En no pocos espacios se ha especulado que la caída de la candidata del PAN a gobernadora del Estado de México, Josefina Vázquez Mota, no obedeció a su impopularidad o a que se trataba de una aspirante inadecuada, sino a un sacrificio previamente acordado por las cúpulas de Acción Nacional para salvar al PRI de lo que habría sido una de las peores derrotas.
Así lo hizo pensar el sospechoso silencio con el que los jerarcas blanquiazules validaron el cúmulo de abusos y prácticas ilegales que caracterizaron al proceso electoral mexiquense contra las que ninguno de ellos expresó la más mínima crítica, ni siquiera para guardar las apariencias.
Ayer Margarita Zavala, aspirante a candidata presidencial, lo confirmó. La ex primera dama de México reprobó los acuerdos del alto mando nacional del partido a espaldas de la militancia y de la ciudadanía, maniobras que, lamentó, sacrificaron las posibilidades de éxito del PAN a causa de ambiciones personales.
La dirigencia del PAN, señaló la esposa del ex presidente Felipe Calderón a través de un video difundido en las redes sociales, le falló a los mexiquenses y amagó que, por ese motivo, podría no acompañar al partido en la sucesión presidencial del 2018.
No acompañaré, advirtió, a un PAN que renuncie a sus principios y lanzó un ya basta a la política corrupta de trampas y moches, de acuerdos a espalda de los panistas y de la gente, porque debilitan al partido como una opción de cambio.
Bajo el mando de Ricardo Anaya, sentenció a continuación la Señora Calderón, el partido se está volviendo todo lo que despreciamos del PRI. Con esa actitud, insistió, Anaya, al que acusó de pactar con el gobierno y con otros partidos, se dedicó a construir su candidatura no a la elección. Más claro, ni el agua.
La pregunta ahora es ¿a cambio de qué “el joven maravilla” habría salvado al Revolucionario Institucional de una derrota segura? Se deduce que el tricolor le devolvería el favor en la contienda presidencial del año entrante, ¿acaso dejándole abiertas las puertas de la residencia
oficial de los Pinos?, pero ¿sólo si él es el elegido para pelear el cargo de Enrique Peña Nieto?
Las interrogantes se despejarán antes de concluya el 2017.
Es necesario, por otra parte, hacer ver a los priistas tamaulipecos a los que la victoria del Estado de México les volvió el alma al cuerpo que, no obstante la alianza del tricolor con el Verde, el PANAL y el Partido Encuentro Social, Del Mazo obtuvo un millón de votos menos que hace seis años el actual gobernador Eruviel Ávila, quien, además, ganó con el 60 por ciento de las votaciones, casi el doble del primo de EPN, para que, antes de echar las campanas al vuelo, tomen las cosas con calma.
En asuntos locales, mientras tanto, la fuga de aguas negras que sufren los vecinos de la colonia Tancol de Tampico desde hace cinco meses demuestra que, contra aquellos que suponían que eran los funcionarios priistas que antes estaban al frente de la COMAPA los causantes de las deficiencia en las que funcionaba la potabilizadora, el equipo de trabajo que encabeza desde hace 8 meses el panista Gerente General, Manuel Adolfo Cabal Ruiz, ha resultado igual o peor.
Por lo menos ese es el sentir generalizado de las familias del sector afectado que tienen casi medio año quejándose de los olores nauseabundos y el peligro que el problema representa para la salud, sin que las autoridades de la empresa operadora del servicio de suministro de agua potable a la ciudad hayan logrado resolverlo.
Otro hecho desafortunado es el de las discrepancias de las autoridades municipales de Tampico y Madero, que en lugar de reducirse parece que conforme pasa el tiempo se recrudecen. Esta vez la causa las diferencias es la celebración del Día de la Virgen del Carmen que no la realizarán conjuntamente los dos ayuntamientos, como en ocasiones anteriores, sino cada uno por separado.
Aparentemente, los directores de turismo de ambos municipios, a los que los alcaldes encargaron la organización del festejo, no lograron ponerse de acuerdo para festejar unidos a la patrona de los pescadores, programado para el 16 de julio para promover el turismo religioso.
Bajo esas circunstancias, los representantes de los cabildos de los municipios del norte de Veracruz, que han sido invitados a la conmemoración y que son ajenos a los desacuerdos, seguramente se verán obligados a asistir a los dos eventos para no quedar mal con ninguno de
ellos.
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