31 diciembre, 2025

31 diciembre, 2025

El error de Margarita

El Kiosko

Aunque no cuenta con una amplia trayectoria en el servicio público, Margarita Zavala es una panista bien calificada por la militancia del partido blanquiazul y por diversos sectores de la sociedad civil.

El mejor acierto político de la ex asambleísta de la Ciudad de México fue su actitud discreta, distante de cámaras y micrófonos durante el sexenio anterior, cuando desempeñó el rol de Primera Dama.

Así es: a diferencia de su antecesora, la estridente Marta Sahagún, esposa de Vicente Fox (autodenominados como ‘La Pareja Presidencial’), Margarita Zavala nunca pretendió quitarle el rol protagonista a su marido, el entonces primer mandatario, Felipe Calderón Hinojosa.

Sin embargo, ese papel jugado con discreción desde la presidencia nacional del sistema DIF fue, vaya contradicción, destacado una y otra vez por los medios, por la prensa.

De esa forma, poco a poco, se construyó la actual imagen de Margarita Zavala: una dama que guarda las formas, una mujer que se maneja con independencia en la relación con las decisiones de su marido, con aparente criterio propio y, por consecuencia, inteligente.

Esa percepción fue construida en buena medida durante el sexenio calderonista. Mientras el estilo del hombre de Los Pinos era frontal en la mayoría de sus batallas políticas, el comportamiento de la Primera Dama era pausado, sin estridencias, con un lenguaje que recurría a explicaciones de fondo.

Esa es la imagen de Margarita Zavala. Por ello, con mayor razón, cuando lanzó sus duras críticas en contra de Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, apenas había concluido la jornada electoral del pasado domingo en cuatro estados del país, muchos quedaron sorprendidos. Esa no era la dama que conocían.

Si bien la ex Primera Dama tiene cierta dosis de razón en cuestionar el protagonismo de Ricardo Anaya al conquistar un buen número de gubernaturas desde su llegada a la dirigencia nacional del blanquiazul, comete un grave error: el momento en que expresa sus críticas.

Efectivamente, el PAN sufrió una dolorosa y vergonzosa derrota en las urnas del Estado de México al caer hasta el cuarto lugar de la competencia. Josefina Vázquez Mota volvió a pagar los platos rotos de una serie de desaciertos internos, pero también fue víctima de una embestida mediática que la tumbó de los primeros lugares en las encuestas. 

Sin embargo, Acción Nacional ganó la gubernatura de Nayarit, podría todavía llevarse -ya sea en los conteos finales o en los tribunales- el gobierno de Coahuila (donde las huellas de un fraude son un auténtico escándalo) y, de paso, mantuvo su hegemonía en Veracruz (aunque Morena arrebató cuatro alcaldías estratégicas: Poza Rica, Jalapa, Coatzacoalcos y Minatitlán).

En vez de que Margarita hubiera salido con todo a refrendar los triunfos obtenidos por el PAN en dos entidades y reclamar la victoria electoral en Coahuila, la dama cuestionó con rudeza innecesaria a Ricardo Anaya (quien también se excedió en su protagonismo apenas concluyeron los comicios, aunque estaba en su papel de destacar lo alcanzado por el panismo).

Textual, la ex presidenta nacional del DIF expresó: ‘He pedido que Ricardo Anaya no sea juez y parte de la contienda. Durante dos años la respuesta ha sido la misma: mentir, simular, hacer trampas, pactar con el gobierno y con nuestros adversarios’.

Es decir, lo llamó mentiroso, simulador y tramposo. Ese estilo frontal no es de Margarita Zavala, sino de alguien muy cercano a ella… su esposo, el ex presidente de la república, Felipe Calderón. Ahí está su error.

Eso no fue todo. Lo peor fue lanzar un virtual ultimátum al dirigente de Acción Nacional: elegir al candidato presidencial del PAN ‘¡¡¡a más tardar en un mes’!!! ¡Caray!

Margarita Zavala perdió el estilo y la compostura, olvidó la actitud seria y responsable. La percepción de la mujer inteligente en su forma de expresarse se diluyó en un instante.

La ex Primera Dama cayó en la estridencia, en la declaración que pretende ser ‘tronante’ a nivel mediático, pero que en realidad es poco efectiva en términos políticos… aunque se debe reconocer también que atrajo la mirada de todos los actores de primer nivel de Acción Nacional en el tema de la
designación del candidato presidencial.

El mayor problema de las declaraciones de Margarita Zavala es que pueden conducir a la división interna del PAN. Y si el partido blanquiazul se divide rumbo a la elección de 2018, será muy difícil que recupere la presidencia de México.

Ese es el dilema del panismo: unirse o dividirse. Ricardo Anaya o Margarita Zavala… o un tercero en discordia, Rafael Moreno Valle.

Y para cerrar…
Las diputadas federales priistas Paloma Guillén Vicente y Monserrat Arcos Velázquez estuvieron en la presentación del programa ‘Viajemos Todos por México’, evento realizado el pasado martes en el Centro de Convenciones, el cual contó con la asistencia del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y del secretario de Turismo a nivel federal, Enrique de la Madrid Cordero.

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