31 diciembre, 2025

31 diciembre, 2025

¿A quién le importa?

Polvo del camino

*El autor es Premio
Nacional de
Periodismo 2016.

La realidad es que en Tamaulipas persiste el miedo.
Se ha intentado todo, y sin embargo la violencia sigue siendo maldición arrastrada desde hace varios sexenios. Uno quisiera que jóvenes y niños se formaran en un ambiente sano donde su desarrollo familiar, social y educativo cubriera las expectativas exigidas por los nuevos tiempos.

Sería lo deseable, sin el parloteo de las armas de grueso calibre o el terror que pareciera presidir la cotidianidad de millones que permanecemos atrapados en la incertidumbre de no saber que ha de ocurrir en el minuto siguiente con la seguridad personal y familiar.

Incomprensible que hayan fracasado los más sofisticados operativos relativos al tema, incluso los de nivel federal que lamentablemente quedaron en discursos y buenas intenciones a pesar de la inversión monetaria que rebasa cualquier cantidad imaginada.

Está claro el sacrificio de la obra social marginada por la aplicación de recursos a la seguridad cuyo monto justo es una de las razones del exorbitante endeudamiento del estado cercano a los 20 mil millones de pesos. Y pue-que algo más, según especialistas conocedores de las cifras oficiales.

Y la tragedia se multiplica porque el contribuyente está obligado a pagar dicha deuda quién sabe en cuántos sexenios, sin disfrutar de la paz y tranquilidad a que tiene elemental derecho.

Hay que insistir en que Tamaulipas significa algo más que un botín político cuando implica el compromiso de crear condiciones para mejorar la
calidad de vida social, objetivo imposible de alcanzar en un escenario influido por el miedo y la desesperanza.

No olvidemos que tarde o temprano las generaciones que crecen han de heredar el patrimonio moral, económico y político del estado. ¿Será que su futuro se circunscriba a esta desgracia que padecemos?
Cabe entonces la pregunta, ¿a quién importa Tamaulipas?.

Ejemplo legislativo
Por fin el Congreso local ha escuchado a la opinión pública. Y es que en un hecho inusitado acordó eliminar el fuero a todos los servidores públicos, incluido por supuesto el ejecutivo, además votó en mayoría para disminuir los recursos que inexplicablemente los contribuyentes deben entregar a los partidos políticos.

Y hasta ha de creer que el legislativo decidió también derogar las pensiones a ex gobernadores. Usted dirá que estas acciones merecen no solo aplausos sino cooperar para edificar monumentos a cada uno de los diputados. Y tiene razón, sin embargo ha de saber que lo anterior no sucedió en Tamaulipas sino en Yucatán.

Recordéis que por acá el fuero para funcionarios persiste, así como los desorbitados dineros públicos para los partidos políticos que nadie ignora, por siempre han significado negocios de unos cuantos vivales; y en cuanto a las pensiones para ex gobernadores ¡ni hablar!, porque las siguen recibiendo de manera religiosa toda vez que no existen reformas al respecto.

Incluso hasta familiares de quien no llegó a la gubernatura por circunstancias especiales son merecedores todavía al parecer, de aportaciones públicas. Dicho lo anterior resulta raro que no exista iniciativa ni nada que se le parezca para terminar con esta irregularidad, sea que la mayoría parlamentaria en Tamaulipas en este sentido le sigue haciendo al “tío Lolo”. Y ni modo que sea invento.

Sucede que…
Este siete de junio fue la “celebración” del Día de la Libertad de Expresión. Lo raro es que pasó desapercibido lo cual denota que el trabajo periodístico dejó de ser lo que fue… allá cuando el oficio en verdad era respetado.

Y hasta la próxima.

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