Moverse de un lado a otro ya no es tan tortuoso. Las flamantes unidades hacen confortable el viaje.
He probado de todo, quiero decir de los autobuses de lujo pero sin funcionar bien.
O sea no soplan.,Los mejores siguen siendo los de Transpaís. Con problemas sencillos de solucionar. Hay unidades de Transportes del Norte magníficas pero también unas pésimas. No cuentan con un eficiente servicio de internet y las pantallas son arcaicas.
Los TNN me parecen buenos pero rancheros para viajes largos.
El problema de muchos son los sanitarios, mal olientes e incómodos. No podemos colocar en el centro la coliflor.
Transpaís también tiene sus fallas en ese departamento de caquería porque nos encontramos con unidades que hay descuido en las cerradura y el control automático del agua del inodoro.
Y el público, que vaja de la serranía que baja es muy sucio. Y no soy racista, pero es que son marranucos, por la costumbre de usar olotes y piedra.
Los de dos pisos de Transpaís son magníficos. Pero a veces nos ponen cada jumento con ruedas que nos cala el nalgatorio.
El monopolio camionero anuló los cómodos viajes en tren. Y la inseguridad no anima a viajar porque nos lleva el tren.
En aviones Aeromar nos tiene acorralados con su pésimo y horripilante servicio que nos hace viajar en bañeras voladoras de locura. Nadie hace nada, nuestras quejas se las pasan la compañía Aeromar por el Arco del Triunfo, o sea por los güevos.
Hemos avanzado sí, pero el problema de la cacofonía no la hemos superado en los autobuses.Aunque mejor por autobús.




