Como a los perritos… algunas veces solíamos no soltar el chupón… El chupón distrae el hambre y juguetea con la sonrisa de las manas.
El chupón es acrílico, de hule suave, capaz de soportar la dentadura de ardilla de los bebés y los dientes de leche que ya vienen rayando el sol.
El chupón distrae y ahorra el envidiable lácteo de las mamás.
Decía mi mamá que yo mamé hasta ya muy grande. Esto es que todavía a los 5 años le daba chupetones a los pechos de mamá. En el municipio de Tula, Tamaulipas, hay un famoso ejido, que se llama Mamaleón, donde se baila la Danza de a Pie. Mamaleón según me cuentan viene de la palabra compuesta de un niño mamón de la región janambre porque al manar su madre en la cuna que decía: Mamaleón, Mamaleón…
Mi segundo libro de poesía le puse Mamaleón, en honor de ese ejido tan colorido de Tamaulipas.
Se dice que cuando una persona abusa mama y da tope. Somos un país donde los políticos maman y dan tope.
Prenderse del chupón puede durar tres años, seis años y toda la vida. Pero no hay chupón que dure cien años y boca que lo soporte. Pero tampoco no es bueno dejar colgada a la boca del chapón de la amada. Porque es una mala mamada.




