Otra vez la dichosa caja china, la que aparece en la película “La dictadura perfecta”, en la misma se narra como una televisora crea una historia distractora, avalada por el sistema, donde juegan con la integridad física y emocional de la gente con el único objetivo de ganar rating y credibilidad, de paso, para cubrirle la espalda al gobierno.
Pero no contaban los productores y financiadores, de la moderna caja china, que ahora no corre el año de 1985 cuando la radio y Televisa eran los únicos medios de comunicación electrónica y se podía manipular la información, que incluso la misma pasaba por filtros y edición para satisfacción del sistema, obvio, siempre para ganancia de la televisora, hoy no es como en aquellos años, las tecnologías juegan un papel muy importante en cualquier acción y no tardan mucho en desenmascarar una mala actuación.
Es lamentable que en estos tiempos mentes perversas quieran seguir manipulando al pueblo, vendiéndole historias inexistentes para distraer la atención, como sucedió con el caso de FRIDA SOFÍA, una niña inventada que supuestamente estaba bajo los escombros de un colegio, la falsa historia mantuvo a los televidentes y usuarios de las redes sociales a la expectativa, rogándole a DIOS porque la rescataran con vida y, a final de cuentas, resultó que no existía tal niña, que todo había sido una mentira.
Hoy que la verdad salió a la luz, nadie quiere cargar con la culpa pero la mayoría de los mexicanos señalan que fue un fraude más, una mentira de una televisora y el Gobierno federal, la manera poco ortodoxa con la que intentaron disculparse los señala como culpables.
Los señalados hacen una disculpa ridícula, unos culpan a los otros de lo sucedido, lo más lamentable es que se perdieron horas buscando a una niña inexistente mientras es posible que otras personas dejaban su último aliento bajo los escombros.
No se vale que en medio del caos quieran lucrar con el dolor, que aprovechen la tragedia para ganar auditorio, ya bastante tiene este bello país con el sufrimiento de su gente como para que alevosamente personajes sin escrúpulos, con acciones reprobables como es el inventar una historia para captar la atención, fomenten la desconfianza a las instituciones y a la misma ciudadanía.
Vergonzoso fue que pusieran a los integrantes de la Marina a dar disculpas, a reconocer que hubo desinformación, que la niña no existía.
Aunque hay quienes quieran satanizarles sigo creyendo en la institución, en nuestras heroicas fuerzas armadas y navales, el salir a dar la cara por otros se les notaba la pena en el rostro, quedaba claro que sólo recibieron órdenes.
Triste es que ante una tragedia se quiera sacar provecho, que una televisora o quizá dos quieran subir su rating y luego se digan engañadas cuando ellos son los maestros de la manipulación y el engaño, pero más lamentable es que las autoridades, queriendo ganarse el respeto del respetable, sigan apostándole a esas artimañas, que no les interese jugar con la integridad física y emocional de los ciudadanos ni poner en entredicho a nuestras fuerzas armadas con tal de ganar adeptos.
Lo peor es que ahora entre el fraude, la mentira, las aclaraciones y las disculpas, se sigue perdiendo tiempo, sigue la distracción, pero lo más grave es que pueden inhibir el sentimiento de solidaridad que tienen los mexicanos enviando ayuda humanitaria en especie y monetaria para los damnificados por el reciente sismo que sacudió varias Entidades de esta bella patria.
No es tiempo de distraerse ni de andar inventando historias, son momentos de solidaridad con quienes hoy están en desgracia.
Ojalá la solidaridad de los mexicanos siga fuerte, que nuestras fuerzas armadas sigan siendo baluarte, que los equipos de rescate no decaigan, que todos entiendan que no es válido ya quererle ver la cara al pueblo, jugar con los sentimientos, vida e integridad de los ciudadanos.
Ante la desgracia se debe privilegiar la verdad, el respeto y la buena voluntad, no valen los fraudes y las mentiras para clientela televisiva o electoral cuando lo que se requiere es de la solidaridad.




