La destrucción y muerte que causó en varias entidades del país dos terremotos en menos de dos semanas, son un espejo en el que debe verse el Gobierno del Estado de Tamaulipas, que encabeza Francisco Javier García Cabeza de Vaca, porque si bien es cierto que nuestra entidad no está considerada una zona sísmica, eso no significa que nuestra población esté a salvo de desbastadores fenómenos metereológicos como los huracanes por estar dentro del Golfo de México.
Municipios como Tampico, Altamira, Madero, Ciudad Victoria, La Pesca, San Fernando, Valle Hermoso y San Fernando, son áreas de alto riesgo en la temporada de huracanes, mientras que Reynosa y Nuevo Laredo han sido blancos de agresivas trombas que han provocado severas inundaciones y grandes daños en viviendas e infraestructura.
Las ciudades que se encuentran en los márgenes del río Bravo también han resentido fuertes pérdidas cuando se han registrado grandes avenidas por ese caudal cuando llueve intensamente en Nuevo León y Coahuila.
Cuando nuestras ciudades han resentido fuertes daños por fenómenos naturales se recurre al Gobierno Federal para que la Secretaria de Gobernación “nos declare zona de desastre”, con el objetivo de bajar recursos del Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN), que mucho ayudan pero que resultan insuficiente, aparte de que los recursos tardan años en llegar
Ante la destrucción que dejaron los terremotos, insisto, que el Gobierno del Estado debe verse en el espejo de la tragedia, pero no solamente para elevar plegarias al Creador para que nos libere de esos males, sino para emprender acciones que le permitan el Gobierno estar preparados para hacer frente a los daños que genera la furia de la naturaleza.
Por ese motivo creemos que valdría la pena que el gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, su equipo de colaboradores y el Congreso del Estado, bajo el liderazgo del diputado, Carlos Alberto García, exploraran algunas fuentes viables de financiamiento para que Tamaulipas contara con un Fondo Estatal para Desastre Naturales (FOEDEN), para que el Gobierno del Estado pueda estar en condiciones de emprender acciones de reconstrucción con recursos propios, que se sumarían a los que vengan de la Federación.
Me atrevo hacer esta sugerencia, luego que el Presidente, Enrique Peña Nieto, reveló que la reconstrucción de los daños que dejaron los terremotos entre viviendas, vialidades y escuelas, costará la bicoca de 37 mil 500 millones de pesos.
Dijo que el FONDEN ayudará mucho para emprender la reconstrucción pero aclaró que “no es infinito”, motivo por el cual tiene que haber aportaciones de los Gobiernos de los Estados y las que pudiera hacer la sociedad civil y los empresarios.
El Gobierno de Tamaulipas debe verse en el espejo de la tragedia para ir formando su propio FOEDEN, con aportaciones que pueden venir de varias fuentes de financiamiento.
Ayuntamiento mantendrá abiertos centros de acopio
Abelardo Martínez Escamilla, secretario del Ayuntamiento informó ayer que los centros de acopio para ayudar a los damnificados de la ciudad de México por el terremoto se mantendrán abiertos hasta el domingo por instrucciones del alcalde, Jesús de la Garza Díaz del Guante.
Agradeció la solidaridad que ha demostrado la población de Matamoros, porque ya llevan recolectadas 35 toneladas, que se suman a las 26 que se hizo en una primera etapa para apoyar a los damnificados de Oaxaca y Chiapas.
Por su parte, Arnoldo Gustavo Amador, Director de Protección Civil de Matamoros, dijo que las donaciones de la población de Matamoros en la primera etapa se entregaron a damnificados de Oaxaca, donde destacó que hay grandes necesidades porque la gente vive en la calle porque no tiene donde vivir.




