6 diciembre, 2025

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Confesionario

¿Permisos criminales?

Confesionario

No es nuevo en Altamira y ha ocurrido en todo Tamaulipas, se trata de los permisos de construcción en zonas ‘ganadas’ a lagunas o ríos, pero en la emergencia del fin de semana que desquició al sur de la entidad que por lo menos tres de esas anuencias dejaron en la ruina a miles de familias que amanecieron el domingo con su patrimonio bajo el agua.

Así es mis queridos boes, en el otorgamiento de permisos y autorizaciones para fraccionamientos, o construcciones fuera de norma, el único ‘requisito’ ha sido el ‘poderoso don dinero’, sin importar las consecuencias que hoy miles están padeciendo.

Como ya sabemos, entre sábado y domingo en la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira llovió unas 18 horas de manera continua y convulsionó a los tres municipios, dañó miles de casas, calles, oficinas, negocios y además arrojó dos personas muertas.

Pero el caso que ilustra la corrupción con que se ha manejado el tema de los permisos de construcción, se dio en Altamira, donde hasta ayer había por lo menos 16 mil casas con el agua en su interior y de esas unas 3 mil 500 con daños considerables.

Sus moradores en muchos casos lo perdieron todo y hoy, al menos hasta anoche, no había quien les recuperara lo que el agua se llevó y sobrevivían con el apoyo oficial del gobierno del Estado y de la administración municipal.

Obviamente ahora que gobierna un partido diferente al PRI tanto en Tamaulipas como en Altamira, el tema no se tomó como en anteriores ocasiones en que una despensa, apoyos para enseres domésticos y carpetazo al asunto daban por cerrada cualquier posibilidad de investigación.

La buena señal que dan los panistas, en este caso, indica que por primera vez podría hacerse justicia y que en un hecho inédito; en caso de que se dé, habrá constructores y funcionarios públicos en el banquillo de los acusados por corrupción y negligencia en la autorización de construcciones.

Fue Miguel Gómez Orta, el representante del gobernador en zona sur, el que puso el dedo en la llaga, cuando ayer señaló directamente a la administración anterior de Altamira de haber otorgado tres permisos para construcción a igual número de empresas que habrían ocasionado la inundación de miles en ese municipio.

El funcionario dijo esos tres permisos permitieron que las emprendas incrementaran los niveles de relleno, lo que impidió el paso de miles de metros cúbicos de agua que cayeron el fin de semana.

Dichos permisos, agregó, fueron otorgados al final de la administración del priísta Armando López.

Advirtió que por órdenes expresas del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca ya se comenzaron a integrar las carpetas de investigación y que se dará con los funcionarios responsables para llevarlos a juicio.

¿Quién tendría que estar muy preocupado?, desde luego que el ex alcalde Armando López, pero además quienes hayan sido sus secretarios de obras públicas y desarrollos Urbano y habría que agregar que por lo menos algo de vergüenza tendrían que sentir los revirarse de la comisión de las mismas áreas que seguro
promovieron el voto a favor de dichas anuencias de construcción.

Mientras eso ocurre, solo ahí en Altamira hay 4 colonias llenas de agua, 16 mil casas afectadas, 3 mil 500 con daños que requerirán millones de pesos en el sector de Las Villas y La Pedrera.

Decía que lo del fin de semana es solo un botón de muestra, porque en Altamira hay decenas de fraccionamientos asentados en lo que antes eran vasos lacustres y que fueron invadidos y luego regularizados desde los tiempos de Genaro De la Portilla, amparado obviamente por los gobiernos priistas.

La historia se repite casi en todos los municipios, porque en Matamoros, él municipio con más problemas de inundaciones de todo el estado, la mayoría de las lagunas, esteros y resacas hoy son fraccionamientos.

En Madero el sector de Miramapolis sufre de los mismos estragos ocasionados por la corrupción y negligencia y recientemente brotó la misma mugre en Nuevo Laredo.

Tal vez por eso la administración de Cabeza de Vaca ordenó que al menos en Tampico donde también hay cientos de casas con daños, se detuviera la autorización de algunos permisos de construcción, en especifico en el sector Bella Vista donde Eduardo Vela, el constructor favorito de Egidio Torre ya hizo dos torres y quiere hacer otras dos, pese a que los vecinos le acusan de afectarles sus propiedades.

Recordemos que Vela es dueño de Aryve, una de más empresas que más casas de interés socia ha construido en Tamaulipas gracias a su estrecha amistad con los ex gobernadores del tricolor.

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