“Pude leer en el aeropuerto dos grafitis contradictorios: <
Cuando ya no importe, Juan Carlos Onetti
En los tiempos de crisis muchos se van, optan por huir, es una ley natural de una sociedad que sufre la falta de empleos, de servicios, de un estado de derecho que le garanticen libertad y tranquilidad. Ha sucedido a lo largo de la historia en casi todos los países del mundo.
Sucedió por ejemplo en la Europa destruida por las guerras. Las poblaciones más afectadas huyeron a distintas partes del mundo, Latinoamérica principalmente,
para iniciar una nueva vida. A empezar desde cero después de haberlo perdido todo.
O en Sudamérica cuando los regímenes totalitarios llegaron. En las dictaduras de Argentina, Uruguay y Chile, miles de expatriados se llevaron su patrimonio a otras partes del mundo. Al igual que los europeos (italianos y españoles principalmente), una gran parte también lo perdieron todo.
Aunque Tamaulipas no ha sufrido la represión ni padecido gobiernos totalitarios (parece increíble), por lo menos en las dimensiones que se vivieron en otras partes del mundo, el fenómeno de la inseguridad y la crisis económica heredada por gobiernos mal administrados, ha dejado un ambiente propicio para que una parte importante de su población tome otros caminos donde emprender nuevos proyectos que le permitan sobrevivir.
Pero en el caso de Tamaulipas no sucede como en otras partes, como en otros capítulos de la historia. Los culpables, los que llevaron al sistema actual al deterioro que ahora padece, son los que huyeron, son los que se mudaron a otras partes del mundo y del país. Y a nuestro pesar con todo lo que lucraron al costo de las cuentas públicas.
Se fugaron con sus grandes capitales a zonas exclusivas del país como San Pedro Garza García, Polanco, Interlomas, Cancún, Houston, Austin…
Dejaron el rastro de impunidad, corrupción y generaciones dañadas por proyectos incompletos, presupuestos malversados, y la colusión con la delincuencia organizada en casi la totalidad de las instituciones en Tamaulipas.
Pero el sufrimiento diario producto de la violencia, de la crisis en sectores como el de educación y el de salud, ellos no lo padecen pues en algunos casos ya son casi dos décadas que abandonaron el lugar que dejaron en ruinas para disfrutar el dinero público en otra parte, alimentando la economía con dinero ajeno.
Y es una dinámica heredada al menos en los últimos 24 años de la historia reciente de Tamaulipas.
Ese fue también uno de los cuestionamientos más duros en contra del gobierno pasado, con los titulares anclados en la Ciudad de México y con pocos actos de presencia en el estado.
Es un reto para el nuevo gobierno el obligar a cada uno de sus funcionarios a permanecer en el estado, a no gastar el presupuesto público en otras partes del país y principalmente atender las quejas de la ciudadanía.
Resulta inadmisible que las empresas más beneficiadas por el gobierno estatal en el pasado, con un alto volumen de recursos públicos otorgados vía el tráfico de influencias, sus propietarios ahora vivan e inviertan sus ganancias en otras empresas externas, o en cuentas bancarias en Estados Unidos.
El ejemplo más claro se da en Ciudad Victoria. Los últimos dos gobernadores nacieron y vivieron en Victoria, y sin embargo el deterioro en sus calles, la falta de proyectos en infraestructura y sociales muestran a una capital lejana de tener el nivel de vida que su población demanda y se merece.
El primer paso para que un gobierno sea eficiente, al menos el elemental es que sus mandatarios y subalternos vivan y recorran todo su territorio, y revisen y registrem las problemáticas y la realidades de cada región.
Es un gran reto para el gobierno del cambio hacer historia en ese aspecto. Si ya iniciaron un ajuste de cuentas para todos los que abusaron del presupuesto, es necesario que también mantengan la lupa en sus equipo de trabajo.
Y sólo si se genera la confianza suficiente y necesaria para que se atreven a permanecer aquilos grandes capitales de ciudades como Tampico, los que representan un sector productivo de peso para el estado, se podrá salir en buena medida de la situación de parálisis actual.
A esa elite de ex funcionarios, cómplices y subalternos que se exiliaron con su prominente patrimonio a otras partes hay que exigirles que regresen.
Y que regresen también todo lo que se llevaron…
Twitter
@pedroalfonso88
Comentarios
pedroalfonso88@gmail.com




