Insuficientes los cerca de 53 mil millones de pesos asignados al estado
A partir de diciembre próximo, varios ex funcionarios serían enjuiciados
Ayuntamientos no cuentan con dinero para cubrir salarios y aguinaldos
Almaraz Smer podría ser reelecto como presidente municipal, si quiere
El avance educativo del Ceina refleja el alto nivel académico de la UAT
El presupuesto asignado a Tamaulipas para el ejercicio 2018, alcanza un monto de 52 mil 965 millones de pesos. Son 2 mil 608 millones más, si lo comparamos con el otorgado para aplicarse el año en curso (50 mil 357). Pero considerando el índice inflacionario sería insuficiente para cubrir, al menos, la ejecución de obras trascendentales y programas de desarrollo, pues el gasto corriente absorbería cerca del 90 por ciento del recurso.
De ahí que Francisco Javier García Cabeza de Vaca pudiera instruir a sus colaboradores para que apliquen medidas preventivas –en aras de evitar que la crisis golpee más a la entidad–, como serían el recorte a los viáticos, gastos de representación, telefonía celular, gasolina y otros que, también, son innecesarios.
Los diputados federales (de extracción priista) en acuerdo con él, ya hicieron su tarea de gestionar más dinero del propuesto por José Antonio Meade Kuribreña (51 mil 291 millones), por lo que reclaman que se acate lo convenido en reuniones programadas ex profeso, aunque hay ‘jaloneo’ todavía a escasos días de vencerse el término constitucional (noviembre 15) para aprobar los ajustes de última hora.
Por cierto la bancada legislativa de Tamaulipas rescató 750 millones de pesos del Fondo Fronterizo; logró que se reasignaran 6 mil millones al campo (pese a que el rubro había sido eliminado del PEF), y la asignación de recursos para:
a) Fomentar la accesibilidad en el transporte público de las personas con discapacidad;
b) Ampliar los proyectos de desarrollo regional;
c) Para el desarrollo metropolitano;
d) Infraestructura carretera, caminos rurales y vías alimentadoras;
e) Ampliación al ramo de salud; y
f) La promoción cultural.
Obviamente les faltó incluir las actividades deportivas.
Como sea, advierto que los recursos no alcanzarían para cumplir las ofertas del mandatario, pues además tendrá que cubrir parte de la deuda pública (más intereses), que le heredó su antecesor.
Así que no esperemos milagros.
Castigo demorado
No entiendo por qué la Auditoría Superior del Estado ha demorado llevar a juicio a quienes saquearon las arcas públicas en beneficio personal, cuando han sido los mismos funcionarios gubernamentales quienes han señalado con índice de fuego un cúmulo de ilícitos. Tanto o más que los diputados locales –de extracción albiceleste–, que, mediáticamente, se muestran dispuestos a llevar al patíbulo a tantos malhechores.
Sobre todo por el mar de documentos que aparecen cotidianamente en todas las áreas para sustentar acusaciones –por prácticas contrarias al ejercicio público–, bajo un marco legal, como espera la sociedad, que, con su voto, contribuyó a la alternancia.
Ésa que de ningún modo plantea una cacería de brujas, pero sí una actitud congruente entre el decir y el hacer, por parte de quien es, ahora, fiduciario del poder.
Mucho se comenta sobre el latrocinio indiscriminado con: obras que no existen; una abultada nómina, al pagarle jugosos salarios a gente sin desquitar los emolumentos; desviación de recursos, mediante el rollo del sistema de viáticos y becas; la asignación vertical de contratos, siendo la ley muy clara en cuanto a las licitaciones para adquirir equipo, mobiliario y enseres de papelería y limpieza; la renta o venta de bienes inmuebles; así como en el mantenimiento de la infraestructura (léase oficinas), y del parque vehicular, entre otros ilícitos menos graves a los que serían:
a) El extravío de cientos o tal vez miles de millones de pesos;
b) La preferente asignación de los apoyos de programas sociales en beneficio exclusivo de amigos, compadres, caprichos y parentelas de los otrora influyentes jerarcas gubernamentales; y
c) El saqueo millonario mediante el pago de facturas a empresas sin haber brindado servicios –se les llama fantasmas–, que aparecieron con las auditorías practicadas.
La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas consiga la forma, el método y los procedimientos a seguir para requerir información sobre las finanzas y su consecuente aceptación u observaciones, antes, durante o posterior al análisis de la Auditoría Superior del Estado, apoyada por una comisión legislativa.
Ahí se establece claramente que, aún vencido el término de 60 días hábiles para que la administración saliente rinda cuentas claras a la entrante, de encontrarse irregularidades puede aún procederse vía penal por las infracciones cometidas.
Más cuando los ilícitos resultan gravosos, como sería en este caso.
Tal vez por eso el gobierno del cambio no ha actuado, todavía, para enjuiciar a los saqueadores.
De cualquier forma, el plazo para que la Auditoría Superior del Estado entregue sus observaciones al Congreso vence el día último del mes que cursamos.
A partir de entonces, ¿empezarían a caer los peces gordos?
Alcaldías quebradas
No sé, con precisión, cuántos alcaldes han solicitado ayuda al Gobierno del Estado para solventar el pago de salarios correspondiente a las cuatro quincenas
que restan al año (y aguinaldos), pero, según me han dicho, la cifra acaricia las tres decenas.
En términos cuantitativos el escenario no pasaría de ser una simple estadística –hasta el momento–, tomando en consideración que la cifra podría disminuir vía el otorgamiento de empréstitos y/o ‘adelantos’ –con cargo a los presupuestos municipales del 2018–, que, por cierto, aún no se han agendado para discutirse en el Congreso local.
Sin embargo hay que analizar, desde el punto de vista cualitativo, qué circunstancias pudieron provocar el quebranto financiero a cada uno de esos ayuntamientos que carecen de recursos económicos para cubrir en tiempo y forma sus obligaciones, como es el caso de la Presidencia Municipal de Matamoros.
Ya no digamos en lo concerniente al pago de obras o proveedores –dado que los contratistas o abastecedores (de insumos) ya saben que la deuda prácticamente es incobrable, por este momento–, sino al aspecto laboral, pues la amenaza de conculcarles a los trabajadores los sueldos, honorarios y otras prestaciones de ley a las que tienen derecho, es tanto como jugar con el hambre del pueblo, aun cuando se tratare sólo de un amago.
Sobre todo cuando sabemos que a los presidentes municipales que hoy piden ayuda y también a los que no, puntualmente se les entregaron las remesas mensuales, por lo que no tendrían pretexto para retrasar el pago de las cuatro quincenas que restan al año, aguinaldos y honorarios, según sea el caso.
Por otra parte, cierto es que las recaudaciones municipales no han sido tan cuantiosas como esperaban los ediles; y que los ayuntamientos han enfrentado cualquier cantidad de obstáculos para acceder a otras prerrogativas de ley, pero también es una realidad que el Gobierno del Estado no asoma actitudes de abandono.
Sólo que analiza hasta dónde auxiliarlos, porque en algunos casos, es evidente, hay recursos para terminar bien el año.
Lo prueba el hecho de que una minoría de los ayuntamientos (con que cuenta la geografía tamaulipeca) sí tenga en sus arcas dinero para cubrir, al menos, los salarios del mes en curso y del próximo, el aguinaldo, las compensaciones y otros imprevistos del gasto corriente; pero también sé que hubo ediles
derrochadores que no fueron capaces de prever en tiempo y forma el egreso –merced a su ineptitud para administrar el erario que su personal de mayor confianza, durante este año, manejó como si hubiera sido fortuna personal–, hasta el grado de que se habla de que suman millones de pesos los que han podido comprobar en qué se gastaron
En fin, ya habrá tiempo de profundizar en cuanto al manejo erróneo del erario municipal, como sería el caso de Jesús de la Garza Díaz del Guante.
Sobre todo en estos días, en que los ayuntamientos obligados están legalmente a enviar su proyecto de Ingresos al Congreso local, para ser adecuado y aprobado conforme lo permita el Presupuesto de Egresos, de donde saldrá el dinero para hacer frente al gasto del año venidero.
Reelegibles
De los 43 alcaldes que hay en la geografía estatal, sólo dos mantienen la posibilidad de ser reelectos.
Uno, Óscar de Jesús Almaraz Smer (Victoria), por su labor cotidiana e inagotable; y el otro, Enrique Rivas Cuéllar, pese a la acusación de ser el munícipe que supuestamente más ha gastado en publicidad e imagen.
El resto –41 presidentes municipales más–, maquinan cómo sortear su estadía, pues han hundido a los ayuntamientos en crisis profunda que difícilmente les alcanzaría para reclamar la reelección, con todo y que se la hayan jugado con el mandatario actual.
En el caso del edil victorense, el detonante de su reelección sería la conclusión del proyecto del Libre 17, que, aunque traten de sabotearlo, a la capital del estado le cambiaría el rostro para bien, pues dejaría se ser una rúa aldeana para convertirse en el paseo más atractivo del corazón de Tamaulipas.
Por su parte, el munícipe neolaredense está obligado a conciliar con los grupos de interés locales, pues aunque cuenta con la aceptación del conglomerado social, quienes en verdad deciden son los hombres que le invierten en serio al desarrollo de esa localidad fronteriza. Y, por cierto, a la prensa tienen de aliada.
Hay otros alcaldes que sueñan con la reelección, pero su quehacer municipal deja mucho que desear.
Atletas, al garete
Al polideportivo de Ciudad Victoria ‘Américo Villarreal Guerra’, ha llegado cualquier cantidad de ‘generales’ que los padres de familia no saben con quién tratar para al menos saber qué terrenos pisan sus hijos, porque el director del Instituto del Deporte (INDE), Carlos Fernández Altamirano, ni siquiera se ha dignado a presentarlos.
Teóricamente, los arribistas dominan técnicas y programan estudios, pero eso no hace al atleta como sí la atención inmediata del entrenador y sus progenitores, quienes sí invertimos tiempo, dinero y espacio en ellos, por lo que podríamos darles una cátedra a los ‘eruditos’ que entorpecen el desarrollo de los deportistas de alto rendimiento.
Sobre todo cuando bien sé que ignoran el programa de cada atleta; las invitaciones federativas que se les hacen para asistir a justas y, por supuesto, el rendimiento que han tenido.
Por si fuera poco, menos contribuyen al gasto.
Así que, lo más sano, es dejar que los instructores hagan su tarea, a menos que Tamaulipas se quede sin atletas de alto rendimiento.
Mientras tanto… el INDE sigue becando a recomendados.
Y lo digo con pleno conocimiento de causa
Concierto estatal
Mal se ha visto la Dirección de Deportes del Ayuntamiento de Victoria, al negarles apoyo a los nadadores seleccionados del pueblo que viajarán la semana entrante a Nuevo Laredo, para competir en una justa estatal.
Esta competencia se librará entre el viernes 17 y el lunes 20 del mes que cursamos, con la participación de atletas del sur, centro y norte de la entidad –con carácter selectivo para la olimpiada nacional y toma de tiempos para integrar el selectivo mexicano que en 2018 podría figurar en escenarios internacionales–, por lo que reviste de gran importancia.
Lamentablemente como siempre, los nadadores victorenses tendrán que moverse por sus propios medios, a diferencia de sus adversarios de otras latitudes que sí cuentan con apoyo municipal.
Como fuere los muchachos de la localidad irán con y por todo, pues, en el fondo, lo hacen por amor al deporte. Y nunca han esperado apoyos ajenos a su propia familia.
Universidad
Al visitar el Centro Especializado de Idiomas para Niños y Adolescentes (Ceina), dependiente de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Enrique Etienne Pérez del Río confirmó el avance académico logrado en poco tiempo.
Ahí le fue entregado un reconocimiento por apoyar el estudio de las lenguas (extranjeras) inglés y francés, desde que fue investido rector del alma mater.
En su mensaje que igual se considera una grata despedida, el rector calificó a la institución de excepcional, pues, afirmó: ‘Comenzó con pocos alumnos y ha progresado, mejorando la calidad de sus docentes e instalaciones’.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) inició la instalación de señalética adecuada con el Lenguaje Braille en sus instalaciones, con el objetivo de fortalecer la atención a personas con discapacidad visual y continuar favoreciendo la inclusión educativa.
En otra actividad, Etienne Pérez del Río encabezó la colocación de identificadores en cada una de las dependencias de la Coordinación de Atención a Personas con Discapacidad (CODIS-UAT) y de la Dirección de Participación Estudiantil de la UAT, colocadas en la Rectoría.
Ahí refrendó el compromiso de la casa de estudios por impulsar una Universidad abierta, inclusiva y accesible en todos sus espacios, además de inculcar en la comunidad una cultura de equidad y de respeto hacia las personas con discapacidad.
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