Es momento de hablar del ‘tapado’ del PRI a la Presidencia de la República, los tiempos se han adelantado, el ambiente político nacional se enrarece y al tricolor le urge posicionar a quien al menos le garantice dar la pelea en julio del 2018.
Así es mis queridos boes, en este espacio hace unas semanas dije que el candidato sería Miguel Ángel Osorio Chong, porque en ese momento las condiciones, las negociaciones y las señales lo indicaban, pero ayer el Secretario de Gobernación le informó a sus más cercanos, entre ellos algunos tamaulipecos, que no está más en la carrera por la candidatura, que deja el camino libre, pero no les dijo quién será, porque sólo se bajó, no declinó en favor de alguien.
Esa circunstancia, sumada a los acontecimientos de la semana pasada en que Luis Videgaray ‘destapó’ a José Antonio Meade, para que luego el presidente Enrique Peña Nieto llamara ‘despistados’ a los que se fueron con la finta, obliga a repensar las cosas, a leer entre líneas, a adivinar jugadas y no dejarse llevar por lo que los hechos ante los medios nos intentan presentar.
Y entonces parece que Peña dio un manotazo, pero no a Videgaray, a quien conoce, y lo conoce más que ninguno en el gabinete, porque tiene tres décadas trabajando con y para él.
Me parece entonces que el ‘estate quieto’ fue para Meade, que circulaba por el país con gafete de secretario de Hacienda, pero con aires del candidato presidencial al que México de forma unánime le suplica que acepte gobernarnos.
Sólo recordemos: Videgaray bañó en elogios a Meade, lo pintó como el hombre que la patria necesita, sobre cualquier otro, al día siguiente Peña pidió hablar con los periodistas que cubren la fuente y soltó que si creían que el PRI decidiría al candidato por los aplausos que se le dan a los que suspiran, entonces todos andaban ‘bien despistados’ y vino la crucifixión de los opinadores profesionales contra el canciller.
Pero al paso de los días, creo que ‘el regaño’ a Videgaray, cuando EPN habla de los despistados, podría verse como el sacrificio de su amigo y compañero de carrera política para poner en su sitio a quien antes siquiera de ser candidato, podría estarse saliendo del huacal; es decir Meade.
Insisto, podríamos pensar que Peña y Videgaray armaron el plan para que el canciller ‘destapara’ sin querer queriendo a Meade y luego el Presidente lo regañara y hasta llamara despistados a quienes creímos que por ahí iba la jugada.
Hoy el ‘regaño’ de EPN ha justificado por adelantado sacar de la jugada a quienes todos pensaban que sería el candidato, por sus méritos académicos, de currículum y bisagra entre panistas y priistas.
¿Por qué creo que Peña justifica desde antes no nombrar a Meade?, uno, porque ningún presidente permitiría que un subalterno destape, empuje, nombre al sucesor, porque los presidentes no comparten el poder, al menos voluntariamente.
Dos, porque así hoy, mañana, pasado o antes del 15 a Meade es destapado como candidato del PRI, sería lo mismo que el propio presidente se estuviera diciendo: perdón el despistado era yo. Porque coincido con quien piensa que el: ‘andan todos despistados’ es mucho más fuerte que él: ‘no se hagan bolas’ de Carlos Salinas de Gortari cuando intentaban tumbarle a Colosio al que mejor mataron.
Y tres, porque Meade nunca había sido el candidato de Peña Nieto, porque antes estaba su amigo de la vida Aurelio Nuño.
En pocas palabras, hoy el Presidente sólo tiene dos opciones: se confiesa despistado, confiesa que Videgaray es quien manda en eso de poner candidatos, reconoce que ya no manda y nombra candidato a Meade o aprovecha el escenario para mostrar quien manda (al menos en el gabinete) e impone a Nuño, ante el repliegue de Osorio Chong.
¿Y a dónde va el Chino Chong?, también descártenlo ya para ir a la dirigencia nacional del PRI. Lo que los suyos han comentado tras la comunicación directa con él, es que por ahora se queda en Bucareli.
Eso sí, es muy probable que el también ex gobernador de Hidalgo sea quien encabece la lista de priistas rumbo al Senado de la República.
En síntesis: el PRI nacional (en De Tamaulipas ni existe) ha entrado en la cuenta regresiva, bajado Osorio, despistado Meade, opacado Narro y sin más figuras de peso para dar batalla, todo apuntaría a Aurelio Nuño, a menos que haya un tapado tan tapado que ni siquiera quienes rodean a Peña Nieto lo hayan notado, o como decía arriba el Presidente se confiese despistado.
¿Cómo le irá a los tamaulipecos bien ligados a Osorio y operadores en varios estados del país?, ya les contaré, pero les adelanto que seguro van en el paquete de las negociaciones del chino con quien vaya a ser el candidato. Comentarios:
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