MÉXICO. Los que sufren del síndrome FOMO (acrónimo de la expresión inglesa Fear of Missing Out) necesitan estar permanentemente conectados a internet, y consultar compulsivamente las redes, el correo electrónico o el WhatsApp, por temor a no enterarse de cualquier cosa que suceda en su entorno, a quedar excluido de algún evento o, lo que es peor, a que otras personas puedan estar haciendo cosas más interesantes o divertidas.
Redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram permiten que cualquiera pueda comparar su vida con las de muchos otros en tiempo real.
El problema surge cuando la desconexión genera angustia y, al compararse con los demás, el individuo se llega a cuestionar incluso sus propias elecciones.
Que hayas sufrido FOMO en alguna ocasión o durante un tiempo no significa necesariamente que seas adicto a Internet, pero el uso inadecuado de las nuevas tecnologías puede generar una dependencia de la red que es conveniente prevenir.
En mayor o menor medida, todos sufrimos FOMO. ¿Quién no se ha sentado en un bar sin apartar la mirada del móvil?
Una reciente estadística indica que el 56 % de los usuarios de redes sociales son sensibles a este tipo de trastorno de ansiedad, y que la mitad ha aumentado en el último año la frecuencia con la que visita esas webs.
El FOMO es la manifestación moderna de un miedo típico, el de la exclusión. Somos animales programados para formar parte de un grupo, y las redes sociales cumplen el papel que antes tenían las amistades físicas.
Consejos:
»» Establece prioridades. Recuerda que la cantidad de información que eres capaz de manejar es limitada y céntrate en las personas y los datos que realmente te interesan o te puedan ser de utilidad.
»» Dosifica tu presencia en las redes. Así evitarás ser el cansino del grupo, y mejorarás tu imagen y tu reputación online.
»» Pasa a la acción. Si estás permanentemente conectado por miedo a lo que te puedes perder, lo que de verdad te estás perdiendo es la vida. En vez de mirar lo que hacen los demás, y dedicar tu tiempo de ocio a fotografiar, grabar, y publicar tus actividades, disfruta de las buenas experiencias y compártelas con los que te importan.
»» Aprovecha las redes para enriquecer tu vida social, recuperar el contacto con antiguos amigos o compañeros de estudios o de trabajo, conocer personas con aficiones comunes, mantener el contacto con seres queridos que viven lejos…, y no para aislarte en un gueto cibernético.
»» Analiza y reflexiona. Planifica tu ocio y dedica tiempo a descansar, a no hacer nada, a estar con tu familia y amigos, a practicar tus aficiones.