Primero fue el ni perdón ni olvido, ayer el que no se nos nuble la vista a los mexicanos por el enojo… el presiente Enrique Peña Nieto está en campaña, está tratando de enderezar el barco de José Antonio Meade que desde hace semanas comenzó a hacer agua y apunta hacia el fondo.
Así es mis queridos boes, habría que explicarle a Peña Nieto que si hoy a cinco años y meses de su gestión en la que ha gastado, según el New York Times unos 2 mil millones de dólares en pago de publicidad en unos cuantos medios ‘nacionales’ oficialistas, no logró convencer al país de que su gobierno es la octava maravilla, en el final de sus días mucho menos lo hará.
Si bien, hay que reconocer que la de Peña Nieto fue una administración que comenzó con los mejores augurios tras el Pacto Por México, que logró el acuerdo de casi todos los partidos y se consiguieron reformas atoradas por décadas, la implementación de estas por el gabinete peñista muy pronto decepcionó a propios y extraños.
Prometió que la gasolina y el resto de los energéticos no sólo no subirían, sino que hasta bajarían de precio y hoy los combustibles se compran casi al doble de lo que costaban cuando el ex gobernador del Edomex llegó al poder.
Lo hizo cuando las calles del país se teñían de sangre, luego de que Felipe Calderón decidiera hacerle frente a los cárteles de las drogas y que los gobernadores de la época se aliarán con los malos en lugar de hacerlo con la autoridad.
Pacificar al país fue su principal promesa de campaña, porque aseguraba que sabían cómo hacerlo, que usarían la inteligencia, pero cinco años y cacho después, México no sólo no está en paz, sino que es más violento, porque con Peña Nieto se han roto todos los récords que tienen que ver con los índices delictivos, desde ejecuciones, secuestros, cobro de piso y hasta puede colgarse la medalla de haber armado autodefensas.
Van datos muy duros, fríos, tristes: “En dos décadas, los meses con más asesinatos registrados son de 2017: octubre (2 mil 371); junio (2 mil 238); mayo (2 mil 192) y septiembre (2 mil 185). Todos superan las 2 mil 132 ejecuciones de mayo de 2011, el mes más violento del sexenio de Felipe Calderón” (tomados de REFORMA)
Y para colmo la economía contraída y con un futuro peor: la inflación a niveles de hace dos décadas, el dólar 60 por ciento más caro que cuando Peña Nieto llegó y con el Tratado de Libre Comercio amenazado por Trump.
Súmenle a todo eso los descarados y ofensivos casos de corrupción: la Casa Blanca de su mujer, el caso Odebrecht por el que se recibieron millones de dólares en sobornos por contratos de Pemex, la ‘manada’ de gobernadores y ex gobernadores priistas depredadores de medio país, unos presos, otros prófugos y unos más demandados.
¿Cómo entonces se atreve el presidente a pedirle al país que no se equivoque y vea los logros de su gobierno?, ¿cómo pedirle al pueblo que ha sufrido lo que en los párrafos de arriba he relatado?, ¿cómo no entender que ha sido su gobierno, el que ha provocado el enojo, el desencanto, la sed de venganza política casi unánime de la nación contra el PRI?
Miren así dijo ayer en la CDMX:
“No puede de ninguna manera, lo que pareciera un enojo, a veces extendido, de algunos, nublar nuestra vista a los avances y desarrollo que estamos teniendo”, y advirtió
“No vaya a ser que, por decisiones que los mexicanos tomemos, se nuble tal nuestra vista, ante el enojo, que pasemos del enojo a la angustia y a la preocupación, debemos
mantenernos en un rumbo de crecimiento y de desarrollo hacia adelante”.
Claro que Peña Nieto nos está recomendando entre líneas que votemos por Meade, para que el país siga por el rumbo en el que está.
Por favor ¿no le pasarán las encuestas?, porque habría que recordar que los estudios serios revelan que casi el 80 por ciento de los mexicanos, en promedio, reprueban su gestión, por eso es que su candidato no prende.
Si México se equivoca y elige a un mal presidente, a un populista que nos termine de llevar al despeñadero, que nos arrastre peor que Venezuela, como parece que sugirió Peña Nieto ayer, sería su culpa, la de su equipo, la de sus acciones que multiplican los delitos, incrementan los pobres al extremo, hacen cotidiana la corrupción… enfurecen al pueblo que usará el voto para mentarles electoralmente la madre el 1 de julio, no lo digo yo, lo dicen las encuestas, yo, como muchos solo lo pienso y lo escribo.
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