No y punto. No estoy de acuerdo con los movimientos de moda que suponen van tras los derechos igualitarios para hombres y mujeres en el planeta. No me quiero subir al tren desembocado que enarbolan algunas mujeres que asumen que todo el mundo está en nuestra contra. No quiero ni debo dejarme confundir por las pegajosas frases hechas para llamar la atención mediática que confunde más y enardece la estéril lucha de ellas contra ellos.
Hoy me declaro antifeminista. No podría secundar las ideas de quienes pretenden que los hombres ya no enamoren, con cualquiera de las argucias que tengan a la mano, no puedo con los reclamos para que se den los cargos públicos a más mujeres sólo por capricho de paridad, cuando muchas de las que alcanzan este objetivo es para beneficio de sus maridos, o peor aún, a cambio de favores, tampoco quiero sueldos igualitarios sino se tiene comprobada la capacidad, habilidad y margen de maniobra en el trabajo de hombres y mujeres.
Es momento de retomar el rumbo. Sí, a la sororidad entre mujeres, sí, a la exigencia: ni una más, sí, a que se haga justicia por los feminicidios, violaciones y maltratos a las féminas. Pero volvamos al origen, el mundo no conspira en nuestra contra, no siempre se está a contra corriente, y se han alcanzado logros de equidad importantes que se deben aquilatar e ir por más. Sin perder el foco. Los movimientos feministas mundiales que hoy están de moda, son sólo eso, una moda que será pasajera y no cambiará la historia, son tan llamarada de petate que no conmueven ni mueven realmente los escenarios para las mujeres vulnerables, las que si están en riesgo latente, las que no tienen voz y permanecen en el oscurantismo con su tragedia a cuesta.
¿Acaso es acoso si hay consentimiento? ¿La coquetería femenina se va erradicar? ¿En el matriarcado, la manipulación a hijos y marido se va a acabar? ¿Sacarán las mujeres de su psique, el chantaje emocional?
Está comprobado científicamente que biológica, física y emocionalmente mujeres y hombres somos diferentes, seres complementarios para dar continuidad a la especie, pero es en la masificación de la cultura cuando empiezan a brotar otras diferencias, ellos proveedores ellas cuidadoras del hogar. Luego el capitalismo que obligó a la salida de las mujeres al campo laboral no previó, que si los dos andaban a la caza, no había quien cuidara la casa. Así empezó la competencia, pelear por el poder, los espacios, el dinero, sin tregua, sin igualdad de condiciones.
Y en esta loca carrera sin remedio, la competición se desvirtúa con el ruido mediático. Por eso, si no se va armar en serio una revolución por las víctimas, las más desvalidas, las que sufren calladas y nadie las escucha, sino somos capaces de prevenir el maltrato, el abuso y el acoso, si lo que se busca es seguir en la comodidad de una vida propia resuelta, en la medianía o con dinero, si sólo se trata de seguir modas, mejor sigamos como estamos, sin tanto alboroto.
Las idealistas feministas no podrán solas, el cambio debe hacerse con urgencia desde lo más cercano, el núcleo familiar y de ahí el entorno local, para crear conciencia en hombres y mujeres de un mundo común. Ni más, ni menos.
En Boca Cerrada
Son como niños, el ciber-bullying entre ANAYA y MEADE volvió encender las redes, el “yo mero” se burló del candidato más joven, que este domingo 25 de febrero cumplió 39 años, intentó sin éxito encender un auto híbrido, se quedó sin pila, lo que ocasionó la pifia, luego en su defensa el ex panista recordó la creación de los gasolinazos del priista. Así se llevan. Por cierto mañana martes 27 de febrero cumpleaños MEADE, así de cercanos están en el calendario.
En la nube
#LosMorenosEnElArroz.- La entrada al equipo de LÓPEZ OBRADOR de personajes con lastre de corrupción podría empezar a desinflar el proyecto, otra vez tirando a perder.
@LupitaEscobedoConde