*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
Está “científicamente” comprobado que la Secretaría de Desarrollo Social para lo que menos sirve es para procurar mejor calidad de vida a las dos terceras partes de mexicas que cada día se despiertan con el Jesús en la boca tratando de imaginar la forma y manera en que sobrevivirán las siguientes horas.
Durante el presente sexenio transcurrieron como titulares: Rosario Rotbles Berlanga, José Antonio Meade Kuribreña y Luis Enrique Miranda. Actualmente lo es Eviel Pérez Magaña.
Sin tratar de ofender, usted dirá que de todos no se hace uno. Y tiene razón porque la dependencia que debiera ser generosa con los pobres lo es sólo con sus funcionarios, socios y amigos que los acompañan, según las evidencias convertidas en escándalo que transita por brechas, caminos y veredas.
El asunto es que una vez más “se descubre” que los dineros de Sedesol se utilizan para fines distintos a lo concebido en el respectivo presupuesto. Nos referimos a que está dirigido a atraer votos al tricolor utilizando infames prácticas de convencimiento en algunos casos, en otros simplemente se esfuman o “triangulan” y muy probablemente van a parar a bolsillos particulares.
Lo que ocurre es que Rosario Robles aparece en el centro del escándalo y todo indica que la hembra tendrá que encarar tarde o temprano las consecuencias de su protagonismo. No es la primera vez que la señalan por sospechas de corrupción. Recordéis la ocasión en que el presidente Peña se vio en la necesidad de apoyarla en un evento de proyección nacional y a todo color…la dama lo agradeció y hubo aplausos a granel.
Entonces supimos que estaba en el ánimo institucional al más alto nivel, sea que “le pegaba el sol de frente”.
Ahora es un tanto diferente debido a la presión de los tiempos electorales pero todo puede suceder, incluso que permanezca al frente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), “hasta que la patria lo demande”.
Procurador agrario en aprietos
Ya sabéis que el titular de la Procuraduría Agraria es el tamaulipeco Cruz López Aguilar, excelente técnico en cuestiones del campo, reconocido dentro y fuera del país. Orgulloso descendiente de familias ejidatarias, Cruz es un honorable funcionario que como cualquier humano suele tener preferencias por amigos y parientes.
Dícese por ejemplo que ahora mismo está siendo presionado por grupos de interés desplazados desde el inicio del sexenio originando la renuncia de algunos de sus colaboradores de mayor confianza bajo diversos pretextos como el ex subprocurador Rubén Treviño Castillo, tamaulipeco también, quien fuera sustituido por un tal Eduardo Aparicio.
Otro presunto motivo es que otorgó cargos a parientes en la citada dependencia. Lo cierto es que a López Aguilar “le tienden la cama” en preparación de su renuncia. Y es que los “grillos” históricos incrustados en el sistema agrario no olvidan que fueron marginados desde el ungimiento de Cruz como líder de la CNC por Heladio Ramírez en contra de voces que lo rechazaban por haberse formado en la burocracia y no en las lides campesinas.
Es un agravio guardado por años que ahora surte efectos nada agradables para el paisano, como estar rodeado por funcionarios impuestos, desconocidos y hasta enemigos…eso dicen.
“Con otra”, como dijo aquel, Cruz tiene como jefa a Rosario Robles Berlanga…ahí deduzca.
Sucede que
La visita de AMLO a Nuevo Laredo debió resultar benéfica sobre todo para poner orden en “el agandalle” de diversos cargos de elección que pretenden realizar quienes controlan a MORENA en la entidad. Importa y mucho que metan en cintura tanto a José Antonio Leal Doria como a Enrique Torres Mendoza, digo, si es que dicho partido quiere hacer historia en Tamaulipas, si no psss no…ojo que la propia dirigencia local podría regatear votos, sea “jugar al enmascarado” contra López Obrador favoreciendo a otros partidos bajo pedido.
Y hasta la próxima.