MÉXICO.- Para que las vacaciones de tus sueños no se conviertan en una pesadilla financiera es necesario planear y tener un presupuesto que te diga cuánto puedes gastar y cómo, de acuerdo con expertos. Lo mejor es anticiparse al menos dos meses para hacer reservaciones, sobre todo cuando tu viaje coincide con temporadas altas, o sea cuando todos tienen vacaciones, como en el caso de fin de año, Semana Santa y verano, dice la asesora de agencias de viajes, Karina García.
Si quieres viajar en diciembre aún estás a tiempo, pero debes empezar ya para evitar sorpresas y lograr algunos ahorros, señala la experta.
Los destinos preferidos por los mexicanos para viajar en vacaciones son la playa, seguidos de ciudades como Guadalajara, Monterrey y Tijuana, de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco).
“Planear tu viaje y tener un itinerario definido hace una gran diferencia en cuanto a gastos se refiere (…), ya que al contemplar cada gasto se pueden agregar o eliminar actividades y ahorrar hasta un 30%”, dice el consultor en finanzas personales, Salvador Tamayo.
ANTES DE HACER LA MALETA
Para iniciar las vacaciones con el pie derecho, toma en cuenta estos consejos:
1. Lo primero que debes saber es qué tipo de vacaciones quieres, si deseas algo para descansar, hacer turismo de aventura, etc, ya que en base a esto podrás determinar la duración del viaje y aproximar un costo total.
2. Una vez que has decidido el lugar, García recomienda informarte acerca de sus atractivos, el promedio de sus precios y los servicios disponibles. Un buen ejercicio es cotizar el viaje en al menos tres agencias y hacerlo también por tu cuenta, para que decidas la opción más conveniente.
3. Recuerda que el costo de transporte varía si viajas en automóvil propio, rentado, autobús o avión. Evalúa cada posibilidad y presupuesta. La forma más cómoda de viajar es en automóvil propio, pero debes agregar el costo de mantenimiento y un chequeo de prevención para evitar accidentes. La opción más económica es el autobús, que además ofrece seguros de viajero y da garantías en caso de atrasos o cancelación de ruta.
4. Si ya tienes una idea general del costo aproximado haz un plan para cada día con itinerarios. Para que esté completo lo mejor es determinar lugares para visitar o actividades y costos. En este apartado debes incluir un gasto diario promedio que incluya tarifas de entrada, costo de actividades, transporte, alimentos, etcétera.
5. Uno de los mayores costos de viajar, después del transporte es el hospedaje, por lo que debes poner especial atención en este punto. Para elegir mejor determina cuánto tiempo pasarás en el hotel, por ejemplo si es sólo para dormir y bañarte, puedes optar por algo cómodo pero económico. Si sueles pasar gran tiempo en el hotel y necesitas de la tecnología y todas las comodidades de la ciudad, tu opción deberá ser más lujosa.
6. Otro rubro importante que casi nadie toma en cuenta (y donde hay más fugas de dinero), son los recuerdos o regalos para familiares y amigos, ya que aunque sean pequeños gastos, acumulados pueden sumar grandes cantidades. Los expertos recomiendan poner nombre a cada obsequio y fijar un tope máximo por souvenir.
7. Si tienes unas finanzas saludables, puedes aprovechar tu tarjeta de crédito para adquirir paquetes de alguna agencia, ya que este tipo de ofertas generalmente presentan buenos descuentos o pueden pagarse a meses sin intereses. Los especialistas sólo aconsejan utilizar el plástico cuando se podrá pagar sin “ahorcar” otros gastos. Otra ventaja de usar este instrumento es que al pagar las vacaciones con una tarjeta de crédito puedes ampararte con los seguros de viajero que generalmente ofrecen.
8. Finalmente y una vez que hayas contemplado todas las variables, puedes recortar gastos al agregar actividades según el costo previsto. Sin embargo y aunque tengas todo planificado, recuerda que siempre debes disponer de un 10 o 20% de tu presupuesto para hacer frente a cualquier imprevisto.
Recuerda que nunca debes gastar más de lo que puedes pagar, ya que por muy tentadoras que sean las vacaciones, al regresar la deuda puede borrarlas y transformar el viaje en una pesadilla.