Al pueblo de mis mayores se le ha conocido con varios sobrenombres, destacando entre estos como la primera Villa de Tamaulipas por haber sido fundada el veinticinco de diciembre de 1748 por don José de Escandón y Helguera, quien por cierto como doña Josefa Llera de Ruvalcaba lo traía golpeando el piso le “sugirió” le colocara su primer apellido a La Villa y desde entonces así quedó registrada para la posteridad aunque en 1881 don Antonio Canales le añadió su apellido para quedar finalmente bautizada como Llera de Canales.
A propósito fue durante el gobierno municipal de Mario Alberto Ortiz Cano cuando se construyó un monumento a doña Josefa, mismo que se encuentra hacia la parte este de la Plaza “Miguel Hidalgo”, casi frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
Ahora pues déjenme comentarles que nuestra Villa siempre ha sido considerada como una población de armas tomar al grado que en cierta ocasión encontrándome en la Ciudad de México acompañado de don Guadalupe Arcos Acuña nos dijo en broma el entonces Oficial Mayor de la Secretaría de Comercio el Licenciado Jorge Aguilera Noriega “a ver que pasen esos peleoneros de Llera”.
Y para adentro.
Aguilera siempre fue y ha sido un gran amigo, atento, servicial y respetuoso con todo mundo, fue Director de Turismo durante el gobierno del Doctor Norberto Treviño Zapata y desde esa fecha nos ha distinguido con su amistad.
Por cierto, en México, tenía anexo a su oficina un pequeño salón cuyas paredes estaban adornadas con una arboleda de papel y al preguntarle a que se debía eso, su respuesta fue la siguiente: Así me siento en Tamaulipas y cuando me acuerdo de mi tierra me meto a este cuarto a soñar lo que mucho me sirve de descanso emocional.
Fue precisamente durante el gobierno de José López Portillo cuando la administración pública Federal tuvo el mayor número de Tamaulipecos dentro de su gabinete y en consecuencia el mayor número de precandidatos al gobierno del estado que por cierto se la ganó Emilio Martínez Manautou, mismo que tuvo el buen tino de llamar a su administración pública a todos ellos, lo que me trae al recuerdo cuando aquella ocasión en que acompañando a Guadalupe nos acercamos a don Emilio para “exigir” el Juzgado Menor de Llera para don Jesús Rodríguez y al poner peros a nuestra exigencia política Lupe le dice en tono molesto que era un “rajado”.
El gobernador se puso de pie en un gesto de hombría y le reclama la ofensa a Guadalupe.
Pues cumple con tu promesa, le dijo el Niño Artillero como yo había bautizado a Lupe Arcos.
Martínez Manautou reflexiona y le dice a Guadalupe “vete al tribunal ahí te van a dar el nombramiento para tu amigo”. Garza Kely era el titular y después fue el Magistrado José Ascención Maldonado Martínez.
Al día siguiente muy temprano Jesús asume el cargo de Juez a pesar del berrinche que hizo el entonces alcalde Tomás Rico Ibarra.
Eran los tiempos aquellos cuando los puestos públicos por muy pequeños que fueran se peleaban hasta con mordidas.
Hoy los tiempos han cambiado bastante.
Por aquellos días quien esto escribe era Primer Regidor en tanto mi comadre Delia Juárez de Maldonado ocupó el cargo de Tercer Regidora.
A cabrón, alguien podría decirme ¿de quien fue la idea de institucionalizar El Día del Tequila en México?
De por si en el extranjero no nos bajan de “borrachos, ahora menos”.
Presumo que todo esto viene de parte de los grandes productores de esta bebida.
A ver, y solo por citar un país, porque Estados Unidos de Norteamérica no institucionaliza el whisky.
En fin sea por Dios y las once mil vírgenes del firmamento.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE