ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Un panorama desolador es que se observa en el sistema lagunario de Las Marismas y en los embalses de la parte sur del municipio de Altamira.
En la laguna de El Conejo fueron detectados cientos de peces, conocidos como ‘lachas’, muertos en la orilla del afluente, mientras que en Las Marismas se presenta un fenómeno similar.
Especies como el mal llamado “Flamingo”, tuvieron que buscar otros sitios de anidación más al sur del país, debido a la escasez de agua en los embalses naturales.
Gerardo Siliceo Tavera, director de la oficina de Pesca, informó que la mortandad se genera a causa del estiaje, por la falta de aportación de materiales o sedimentos arrastrados por las precipitaciones pluviales.
El efecto, agregó que ocasiona es la evaporación, disminuye sustancialmente lo que conocemos como tirante de agua o nivel de profundidad de las lagunas.
Sin lluvia, dijo que se incrementa el nivel de materia orgánica en descomposición (agua verde) y en consecuencia disminuye el contenido de oxígeno que termina por matar a los peces.
“La materia orgánica en descomposición va a demandar oxígeno para metabolizarse, y eso termina por acabar con los ciclos de vida que albergan las lagunas y embalses en la región. Se incrementan los volúmenes de nitratos, nitritos, amoniaco y que son demandantes de oxígeno”, comentó.
Los peces y las plantas, en condiciones como las que se enfrentan en la región sur de la entidad, son los primeros en enfrentar situaciones.
Martín Rodríguez López, regidor presidente de la Comisión de Ecología, informó que los animales que habitan en la zona de amortiguamiento tuvieron que migrar a regiones más al norte del municipio de Altamira en busca de un refugio y alimento.
La zona es hábitat del cocodrilo Moreletti, así como sitio de descanso de la mariposa Monarca, durante el periodo de migración por México.
En el sitio, es común encontrar coyotes, mapaches, venados, jabalíes, tlacuaches, zorrillos, e incluso pequeños felinos salvajes (jaguarundies).
Las condiciones que impiden la reproducción de especies naturales, dijo que mantiene afectaciones entre un grupo de 280 a 300 pescadores que operan de manera informal.
“En la zona hay pescadores no registrados, que acudían diariamente a buscar peces, y el resto que obtenían, lo colocaban a la venta. Es una forma que tenían para llevar alimento a su casa”, dijo.