El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca comparecerá hoy al mediodía ante el Congreso local para presentar su segundo informe de labores, tras lo que puedo asegurar, habrá reacciones a favor y en contra, la mayoría de ellas motivadas por el corazón partidista de quien las emita y también podría apostar que la inmensa mayoría de los comentarios, en cualquiera de los sentidos, se hagan sin siquiera leer mínimamente el documento.
Así es mis queridos boes, mi pronóstico se basa en lo que ha ocurrido en Tamaulipas en los últimos dos años, hay un sector de la sociedad que está muy lejos de emitir una opinión crítica objetiva, por el simple hecho de que fueron parte del sistema que hace dos años perdió el poder y con ello privilegios que hoy extrañan.
Por eso creo también que infórmese lo que se informe hoy, los que con el cambio de régimen perdieron ‘becas’ para sus juniors en Monterrey o el extranjero, boletos de avión y hotel para vacaciones cada año en Europa, contratos de obra y acceso a las nóminas, pues, no van a escuchar nada bueno.
Y es entonces donde yo sugiero que nos despojemos todos lo más posible de cuestiones ideológicas, partidistas y de fobias o afinidades personales y analicemos, critiquemos, ponemos sobre lo que hoy nos informe Cabeza de Vaca desde el Congreso que lidera el diputado Glafiro Salinas.
Por lo pronto en lo personal, seguro cada quien tiene un balance de cómo ha visto estos dos años, aunque el informe es sólo del que está corriendo.
Exponiéndome a la satanización de los que encajan en la descripción que hacía más arriba, puedo asegurar que veo avances en algunos sectores importantes del Estado.
Creo que en el tema de temas, que es el de la seguridad, se han tenido aciertos, uno de ellos la Policía de Caminos que poco a poco logró que se recuperara la confianza para que se reanudaran los viajes por las diferentes rutas estatales.
En lo personal, perdón por ponerme de ejemplo, cada semana viajo ida y vuelta, a veces hasta en dos ocasiones entre Victoria y Tampico y con menos frecuencia entre la capital y Monterrey; siempre manejando mi auto y lo hago porque ahora se puede hacer, lo que no ocurría hace poco más de dos años, es más hace año y medio cuando todavía teníamos mucho más miedo.
Y no, no quiero decir que las carreteras de Tamaulipas son el paraíso y que cada 5 kilómetros alguien te ofrece limonada, pero de que se recuperó buena parte de la seguridad en ellas es un hecho que no lo ve, quien no quiere verlo.
En la zona sur, Tampico-Madero-Altamira hay más evidencias de que la cosa mejora, partiendo de la seguridad que se ha alcanzado, hoy hay una renovada carrera por la apertura de restaurantes, edificación de edificios de departamentos y centros comerciales, cuando hace dos o tres años lo que había era una ‘epidemia’ de negocios quemados o abandonados.
En Victoria con menos pujanza económica, pero este año también se tuvo la apertura de plazas comerciales y hasta un nuevo mall. Nada de eso pasaría si el tema de la inseguridad diera señales de mejoría.
Obras, en el sur puentes, un paso deprimido que pronto quedará listo, un museo del Niño tipo Papalote que está muy avanzado, los mercados municipales del puerto casi terminados, el último tramo del Canal de la Cortadura igual por finalizar y muchas pavimentaciones.
En Victoria, la reconfiguración del 17, que igual me arriesgo a decir que una vez que concluya será la calle más bonita de todo Tamaulipas.
El parque de La Loma, centros de atención a jóvenes y miles de metros cuadrados de pavimentación casi simultáneos, lo que no se había visto antes.
Allá en Reynosa podrían enumerar muchas obras más que en la capital o el sur, porque ahí, con el programa Unidos por Reynosa se aplicaron millones y millones de pesos.
Decir además que hoy ya no es un tema la falta de medicinas en los hospitales como lo fue el año pasado y ya no existe la mafia tricolor que ganaba hartos millones con ese negocio.
Que falta mucho por hacer, claro que falta mucho, en Victoria hace falta infraestructura para la mejor distribución del agua potable y muchas otras carencias.
En el sur hacen falta millones y millones de pesos para obras de drenes pluviales que eviten inundaciones.
En general al Estado le falta mejor seguridad, más a algunos puntos que a otros, pero es un tema en el que sin duda se avanzó, pero que está lejos de resolverse.
Insisto, cada quien puede hacer su evaluación personal, contrastarla con lo que oigamos o leamos hoy en el informe del gobernador y entonces hacer el balance más objetivo, sin apasionamientos, solo con los hechos a la vista.
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