El particular estilo de ‘administrar’ (gobernar es otra cosa) la alcaldía de Victoria de Xicoténcatl González Uresti, podría estarle cobrando la factura y generarle además, lo que ya se percibe, cierto enfriamiento con el mando estatal, sí, con el tercer piso del Palacio de Gobierno.
Así es mis queridos boes, tres eventos, me parece, han evidenciado que al equipo municipal, se supone de color azul (aunque de corazón tricolor, eso luego lo abordaremos), le está costando trabajar en coordinación con el Estado y se comienza a aislar, o le toman la palabra y lo dejan solo.
El primero fue el concierto de Celso Piña, máximo exponente de la música callejera, mejor conocida como ballenato, que el mes pasado tuvo tal vez una de sus presentaciones más desairadas en su carrera, invitado por Xico y los suyos.
Fue el 25 de noviembre, cuando Xico estaba enfrascado en la pelea con los comerciantes establecidos por cerrar la calle Hidalgo, pelea que también perdió, que el músico regio primero recorrió dicha arteria comercial, mientras le juntaban gente en el parque de la colonia México, se supone uno de los bastiones del alcalde.
El caso es que ahí no había ni 800 personas y aquello dejó un muy mal sabor de boca para el equipo que decide en la presidencia de Victoria.
Enfrente, los panistas que han sido relegados de la toma de decisiones, con cierta sorna repetían en los comederos políticos: esa es la real capacidad de convocatoria de Xico, en campaña a donde iba llenaba, arrasaba, porque la maquinaria azul se echaba a andar.
El segundo evento que me pareció extraño, fue tres días después, cuando en Victoria se reunieron en pleno las 14 cámaras de comercio que forman la Fecanaco, con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y demás autoridades estatales y tampoco estaba, como marca el protocolo y la cortesía, el Alcalde de Victoria.
Pero antes incluso de estos eventos, se había comenzado a notar que allá en el Palacio del 15 y 16 entre Hidalgo y Juárez, muchas de las decisiones que salían del mando en el 17 Hidalgo, no habían caído del todo bien y, en más de una ocasión, le tuvieron que enmendar la plana.
Como con el tema del cierre de la Hidalgo, como cuando obras públicas del municipio declaró que la remodelación de la alameda del 17 era un elefante blanco, como cuando declararon que estaban listos para recibir la caravana migrante.
Pero el jueves, al menos para mi opinión, se notó mucho más el clima polar entre el Alcalde y los mandos azules.
El encendido del pino navideño, un amplio festival alusivo, la apertura de la pista de hielo y un espectáculo helado, no logró siquiera medio llenar el estacionamiento del Estadio Marte R. Gómez. ¿Será que otra vez faltó la motivación de los verdaderos líderes azules, como en el concierto de Celso Piña?.
También hay que decir, que el evento había sido originalmente programado para el miércoles, pero versiones de la propia alcaldía y el Palacio de Gobierno, indican que las instalaciones no estaban terminadas y les ordenaron cancelarlo. Eso evitó que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca estuviera en la reprogramación, de lo que terminó siendo una ‘fiestita’ en la que Xico se vio solo, muy solo.
Heladas o no las relaciones, lo deseable, lo imperante es el trabajo en equipo, más para una ciudad como Victoria donde traemos problemas, que sino se atacan pronto se complican.
Victoria es un pueblo que depende casi al cien del apoyo estatal, porque sus presupuestos apenas alcanzan para pagar nóminas y operar administrativamente y, nunca una gestión, es lo satisfactoria que se necesita, cuando la relación es tirante.
Creo que del lado del municipio se ha dedicado la mayor parte de estos dos meses a polemizar por temas no prioritarios, como el del cierre de la Hidalgo, para el que ni siquiera tienen proyecto.
Mientras eso ocurre, la epidemia de baches se multiplica, crece, crece y crece el número de calles sin alumbrado público, porque no hay mantenimiento y comienza a fallar la recolección
de basura. Ojalá pues, que hagan un alto en el camino y recompongan el rumbo, nadie nació aprendido, a nadie hace daño un poco de humildad.
Ojo, también hay que apuntar, ya abundaré, que Xico donde se siente muy acompañado, es en MORENA.
En el sur fiesta en grande…
Igual que en Victoria, allá en Tampico, Madero y Altamira también se encendieron los Pinos navideños, en eventos que según vimos en las redes, fueron todo un éxito.
El gobernador Cabeza de Vaca estuvo en los tres municipios, con Alma Laura Amparán en Altamira, Adrián Oseguera en Madero y cerró la noche navideña en Tampico.
En el puerto, las estimaciones dicen que había más de 12 mil personas en el evento que encabezaron Cabeza de Vaca y Chucho Nader, personajes entre los que se nota el click, lo que el puerto debe agradecer, porque si por algún rumbo hay proyectos estatales, es por esos lares.
Por Tampico, además del espectacular pino, se instaló un sistema que simula una nevada en plena plaza de Armas. Además de la pista de hielo y toda una villa navideña en la Laguna del Carpintero, donde ayer fue el evento. En Tampico pues, hay mucho a dónde pasear está navidad.
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