CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El sector energético en Tamaulipas ha sufrido duros golpes en los primeros 23 días de diciembre, debido a las nuevas medidas ordenadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los impactos principales son la suspensión temporal de las inversiones para los parques eólicos y las cancelaciones de las rondas 3.2 y 3.3, con 30 campos convencionales y no convencionales en territorio tamaulipeco.
De acuerdo a la Comisión Estatal de Energía, las pérdidas económicas estimadas van por arriba de los 8 mil millones de dólares. Más de 5 mil millones de dólares corresponden a explotación de hidrocarburos fósiles y el resto a energías limpias.
Las cancelaciones de las rondas energéticas 3.2 y 3.3 fueron solicitadas por la Secretaría de Energía (Sener) y aprobadas por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). La dependencia argumentó que necesita tiempo para analizar los contratos adjudicados durante el mandato del presidente Enrique Peña Nieto.
En respuesta al anuncio, el titular de la Comisión de Energía de Tamaulipas, Andrés Fusco Clynes, afirmó que la decisión federal recorta, además de la inversión, la creación de más de 20 mil empleos solo en la ronda 3.2., de yacimientos convencionales.
“En caso de éxito geológico en la ronda 3.2, calculamos inversiones por encima de los dos mil millones de dólares y cerca de 20 mil empleos directos e indirectos; en la ronda 3.3, esperábamos inversiones por más de tres mil millones de dólares”, señaló el comisionado.
El 25 de enero de 2018, el exsecretario Pedro Joaquín Coldwell lanzó la ronda 3.2. En esta se ofertaron 37 áreas contractuales bajo la modalidad de licencia. Los campos se ubicaban en la Cuenca de Burgos (21), Tampico- Misantla-Veracruz (9) y Cuencas del Sureste (7).
En marzo de este mismo año, la Federación y el gobierno de Tamaulipas abrieron el concurso para la ronda 3.3. Ésta era la primera vez que en México se ofrecían nueve campos con yacimientos no convencionales, para los que es necesario utilizar el método de extracción fracking, prohibido en países por el riesgo ambiental que implica.
De ésta última ronda, cinco campos se ubican en Burgos, 2 en Méndez, 1 en San Fernando y 1 en Cruillas. De acuerdo con la Comisión Estatal de Energía de Tamaulipas, el impacto económico llegaría a San Carlos y San Nicolás.
El gobierno de Enrique Peña Nieto retrasó el desarrollo de ambas licitaciones tras los resultados en la elección presidencial. Los fallos de los 46 contratos fueron aplazados de septiembre de 2018 a febrero de 2019 y ahora y están cancelados.
“El Órgano de Gobierno emite la resolución por la que se resuelve la cancelación CNH-R03-L02/2018, así como la CNH-R03-L03/2018, para actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en áreas terrestres”, resolvieron los comisionados Alma América Porres, Néstor Martínez Romero y Sergio Pimentel Vargas.
Al respecto, Pimentel Vargas consideró una “mala señal que se cancelen las licitaciones que estaban en puerta porque, al igual que los ‘farmouts’ (asociaciones), las licitaciones también son una herramienta para Pemex; hay que decir que, como resultado de las licitaciones, la empresa que más contratos tiene en México es Pemex”.
Tras la confirmación del plan del tabasqueño, Tamaulipas resulta afectada con la suspensión de las rondas 3.2 y 3.3. Aunado a esto, se preve que el anuncio genere incertidumbre en los 30 campos contratos, en su mayoría en el Cinturón Plegado Perdido, la Cuenca de Burgos y el bloque Trion, donde Pemex y BHP Billiton se aliaron para explotar la zona.
En el sector de energías limpias, al menos 20 parques eólicos en proceso de autorización para establecerse en Tamaulipas están en pausa, reveló el presidente de la Asociación Nacional de Energía Solar, Germán Campero.
Entrevistado al respecto, el experto dijo: “estamos hablando de inversiones de cada planta solar y eólica que superan los 100 millones de dólares por mucho, hay grandes plantas en desarrollo en todo el país que salieron a raíz de la última subasta energética, donde los inversionistas se comprometieron a entregar paquetes de energía con potencia, certificados de energía limpia y todo esto entra en operación ya en 2019, todos estos inversores que venían a más, pero ahorita están en pausa”.
El presidente López Obrador ordenó al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) suspender las subastas de largo plazo SLP-1-2018 a partir del martes 4 de diciembre de 2018. La medida ha generado incertidumbre en los inversionistas que ganaron las subastas de 2015, 2016 y 2017.
Las licitaciones que fueron suspendidas permitieron la venta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a otros comercializadores como la española Iberdrola o la cementera Cemex. Dichas empresas suministran la energía para servicios básicos y la revenden por periodos de al menos 15 años.
Las reacciones fueron divergentes. El Grupo Acciona, firma española que logró dos proyectos renovables en las dos primeras subastas y que están prácticamente listos para suministrar energía a la red, consideró que la reforma energética del presidente Enrique Peña era una proyecto idóneo.
Para esta empresa el país seguirá siendo atractivo ya que para 2019 desarrollará una nueva planta de aspas para aerogeneradores en Matamoros, Tamaulipas, lo que significa una inversión de hasta mil 200 millones de dólares hacia 2020 y 900 empleos, la cual espera inaugurar en marzo de ese año.
En cambio, Iberdrola México, una de las compañías que participaría en la cuarta subasta eléctrica de largo plazo, refirió estar de acuerdo con la suspensión indefinida del proceso por instrucción presidencial.
“Nos parece razonable y normal que la nueva Administración se quiera tomar el tiempo necesario para analizar los objetivos y alcances de la subasta, ya que en ella se adquieren compromisos de largo plazo en cuanto a la compra-venta de potencia, energía y Certificados de Energías Limpias (CELs) que implican desembolsos económicos importantes.