CIUDAD DE MÉXICO 25-Dec-2018 .-En un año se produjeron 57 “incidentes de seguridad” en ocho de los principales puertos de México y más de 40 por ciento de estos, tuvieron lugar dentro de las instalaciones de las aduanas marítimas.
Así lo reporta una investigación de la Universidad Marítima Mundial de Malmo, en Suecia.
Los incidentes incluyen robos, localización de drogas y armas, ingreso a las instalaciones de personas no autorizadas, fallos en los circuitos cerrados de televisión, daño a los equipos de protección por vandalismo y paquetes sospechosos en las instalaciones o en sus inmediaciones.
Así como vehículos abandonados en las instalaciones, uso inadecuado de pases de acceso, fallos en los puntos de control, prácticas comerciales indebidas en la interfaz buque-puerto, entre otros.
Incluso, responsables de la Aduana del puerto de Altamira, en Tamaulipas, reportaron la irrupción de hombres fuertemente armados que recuperaron un cargamento de drogas decomisado que se guardaba en bodegas aduaneras.
Los “incidentes de seguridad” o protección se refieren a hechos provocados intencionalmente con el fin de provocar un daño.
La situación se agrava porque las Aduanas Marítimas no tienen un plan de protección ni protocolos de evaluación de riesgos homologados a nivel internacional.
Además, no tienen equipos adecuados y su personal no está capacitado para hacer frente a los incidentes, señala Adriana Ávila-Zúñiga, Doctora en Filosofía de Asuntos Marítimos, autora de la investigación junto con el doctor Dimitrios Dalaklis, también de la Universidad Marítima Mundial.
Los puertos mexicanos y las instalaciones aduaneras que se encuentran en los mismos tienen un alto nivel de riesgo de protección por la actividad de organizaciones criminales que operan en costas tanto del Pacífico como del Golfo de México, dedicadas al trasiego de drogas, combustible robado y piratería, incluyendo el robo a plataformas marítimas de Pemex.
Las puertos donde se centró la investigación académica son Altamira y Tampico, en Tamaulipas; Tuxpan y Coatzacoalcos, en Veracruz; Dos Bocas, Tabasco; Ciudad del Carmen, Campeche, y Progreso, en Yucatán.
En los países asociados a la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés), como México, los puertos están obligados a cumplir con el Código Internacional para la Protección de los Buques y las Instalaciones Portuarias (Código PBIP).
Este es un conjunto de medidas para reforzar la seguridad en los puertos, que se creó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York.
El problema surge, porque las aduanas marítimas no están sujetos a este Código, aun cuando están dentro de las instalaciones del puerto, señala la doctora Ávila-Zúñiga.
Incumplen legislación
Los puertos no están cumpliendo con la legislación internacional en materia de protección porturaria, lo que coloca a las terminales marítimas en riesgo incluso de dejar de operar, de acuerdo con una investigación de la Universidad Marítima Mundial, creada a instancias de la Organización Marítima Internacional de Naciones Unidas.
“Hay un deficiente cumplimiento del Código Internacional para la Protección de los Buques y las Instalaciones Portuarias (Código PBIP) en los diferentes puertos de México debido a la falta de ejercicio de la autoridad de los representantes de la Secretaría de Marina, como presidentes de los CUMAR(es) (Centro Unificado para la Protección Marítima y Portuaria)”, señala la académica Adriana Ávila-Zuñiga Nordfjeld, con doctorado en Asuntos Marítimos dentro de la especialidad de Seguridad y Protección Marítima.
Desde la reforma a la Ley de Puertos del 21 abril de 2014, es responsabilidad de la Secretaría de la Marina la revisión y aprobación de las Evaluaciones de protección de las instalaciones portuarias (EPIP), así como de los Planes de Protección de las instalaciones portuarias (PPIP) y de la respectiva emisión de la Declaración de Cumplimiento (DC) a instalaciones portuarias.