No se logró el propósito de sacar los temas de política en la cena de navidad, peor aún el trágico accidente de Puebla irrumpió en las noticias, en las redes y se coló en las pláticas familiares, en mala noche para ser noche buena. En una muy lamentable fecha, la política mexicana volvió a sucumbir ante otras muertes de personajes destacados del actual sistema.
Los funerales de Estado que conmocionan a la nación, inevitablemente nos llevan a recordar otros accidentes aéreos donde se han perdido vidas de funcionarios y políticos, de nuevo el recuento de las muertes de servidores públicos o candidatos, otra vez el saldo rojo, pero esta vez en plena navidad y en un incipiente gobierno federal que está obligado a pasar la primera prueba de fuego, al presentar una investigación impecable sobre este trágico hecho.
La muerte de la primera mujer gobernadora en Puebla, Erika Alonso, su esposo el Senador Rafael Moreno y tres personas más, provocaron altercados políticos en redes sociales, por principio y sin sustento, hubo quien insinuaba que esto no era una accidente, enseguida se trató de involucrar directamente al presidente y su gabinete, aunque la respuesta de muchos funcionarios actuales y el mismo presidente, fue mesura ante una investigación que apenas inicia.
Se llamó a los medios a no especular y a diferencia de otros trágicos hechos semejantes a este, en esta ocasión fue el presidente López Obrador el que salió a conferencia de prensa para declarar que no se estarán dando informes adelantados sobre las pesquisas, esto para no incitar a la opinión pública y a los especialistas, que para todo hay, a emitir juicios adelantados.
El luto que nos embarga a todos como mexicanos, no fue objeción para confirmarnos que como república estamos todos divididos, los encontronazos que dejan las muertes trágicas lo polarizan todo y las redes sociales lo magnifican, se hizo viral un video falso y surgen más “fakes news”, pero lo real supera cualquier imaginario, cuando creemos que ya nos ha pasado de todo, terribles acontecimientos nos recuerdan la vulnerabilidad del ser.
En Boca Cerrada
Todavía hay esperanza, el gesto solidario de los lectores del Expreso que hizo posible que niños en condiciones de vulnerabilidad recibieran a Santa Claus en su hogar, nos da ánimos para seguir creyendo en un entorno mejor, un mejor lugar para vivir para los niños y para todos, creado con la responsabilidad social de todos. Muchas gracias por compartir. Gracias por leernos.
@LupitaEscobedoConde