CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En Tamaulipas urge incrementar la cultura del consumo de la naranja entre la población, debido a que la gente prefiere comprar refrescos o jugos embotellados que están llenos de azúcares malos que provocan enfermedades y obesidad, que consumir jugo natural que contiene una gran cantidad de vitaminas.
Javier ibarra Echartea, presidente de la Unión de ejidos Citricultores Emiliano Zapata, comentó que que esta situación origina que el 95 por ciento de las más de 600 mil toneladas de cítricos que se cosechan en el estado, se tengan que comercializar en el interior del país o al extranjero por la falta de demanda en esta entidad.
“Estamos hablando de que los tamaulipecos apenas consumen un 5 por ciento de los cítricos como naranjas, mandarinas, limones y pomelas que se producen en el estado, debido a que prefieren comprar jugos enlatados o refrescos para consumir a diario”.
Agregó que esto hace necesario que las propias autoridades implementen algún programa de promoción, para invitar a la población a consumir jugo de naranja en sus comidas.
Indicó que esta fruta es muy económica y se puede conseguir desde centros comerciales, en los mercados y en diversas calles y avenidas de la ciudad.
“Con un pequeño saco de naranjas de 40 pesos, pueden producir entre 5 a 6 litros de jugo de naranja, cuando dos litros de refresco o jugo embotellado superan este precio”.
Afirmó que esto demuestra la falta de cultura por consumir este cítrico a pesar de que es una fruta con muchas propiedades curativas, generadora de vitamina “C” entre otras virtudes.
“Es una lastima que los tamaulipecos no consumamos todo ese potencial citrícola que gente de otras entidades desearía, pues sólo el cinco por ciento de la producción se deja para cubrir la demanda interna”.
Ibarra Echartea, considero que parte de la cultura del consumo de este cítrico se debe a la falta de difusión de las propiedades curativas que tiene la fruta, aunque también ha faltado que las autoridades de salud difundan lo benéfico que puede ser para una persona el consumo de naranja o su jugo.
La situación afecta a los productores, porque de haber un mayor consumo de la fruta, el precio mejoraría sustancialmente respecto a lo que se les paga actualmente y en el que los “coyotes” son los que fijan el costo.
Agregó que una naranja ayudaría también a mejorar los desayunos escolares que se otorgan en las escuelas, al aumentar su valor nutritivo.