El viernes estuvo en Tamaulipas Andrés Manuel López Obrador, lo hizo para anunciar la zona libre en la frontera, pero además del motivo oficial de la visita, todos estábamos atentos a las señales políticas, a los afectos, las cercanías con los de MORENA que ya se dan con todo por la sucesión gubernamental (lejanísima por cierto), pero no hubo nada de nada.
Así es mis queridos boes, no es un tema ocioso a pesar de que para la elección de gobernador faltan más de tres años, ya es un tema entre los personajes más encumbrados de MORENA en Tamaulipas, porque para ellos y solo para ellos, la sucesión está adelantada en su carrera, gracias a una lucha intestina, ‘inocente’ y hasta tonta, que solo los desgastará.
Por eso es que en la primera visita de López Obrador como presidente de México todos estábamos atentos para ver cuál era el más cercano, a cuál miraba con ojitos de amor, a quién hacía referencia futurista en su discurso, con quién llegaba, con quién se iba, con cuál comía, porque en verdad acá todos se dicen los más cercanos, los más amigos, los favoritos y si no lo dicen ellos directamente lo aseguran sus equipos.
El caso es que no hubo señales políticas, revisamos la llegada al aeropuerto, su arribo al hotel del evento y el evento mismo y nada para nadie.
La nota de la visita de AMLO a Tamaulipas fue la del título del evento, las fotos de todas las portadas del Estado fueron en las que aparecía junto al Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y nada más.
De hecho los comentarios de esa misma tarde y los de la mañana siguiente en los análisis políticos eran la relación de respeto mutuo entre el gobernador Cabeza de Vaca y López Obrador. Es decir; en el primer round nada para nadie.
¿Pero quiénes son los competidores?, con más enjundia unos que otros, con más obsesión unos que otros, unos lo dicen abiertamente, otros mandan mensajeros y operadores y habrá hasta al que sus cuates lo nombren porque tienen el sueño de ser amigos de un gobernador, son: Américo Villarreal Anaya, José Ramón Gómez Leal, Héctor Martín Garza, Adrián Oseguera, Mario López y Rodolfo González Valderrama.
El senador, el súper delegado, el oficial mayor de la SEP, los alcaldes de Madero y Matamoros y al que no pocos llaman el amigo tamaulipeco más cercano al presidente tendrán que esperar otro evento.
Eso sí, en algunos equipos de prensa de los susodichos hubo de todo, como en el caso del alcalde Mario López de Matamoros que hasta contaron las veces que se mencionó el nombre de ese municipio en el evento, aunque haya sido con fines de ubicación del programa que se echaba a andar.
Claro que a La Borrega, como le dicen al alcalde, le tomaron fotos de todos los ángulos, tratando de ubicarlo bien cerquita del presidente, pero lo más que consiguió fue causar ternura.
Y es que en ese caso, el protagonismo puede ser su peor enemigo con el paso de los meses y los años. Los suyos creen que hacer viral una foto en la que emula a un porro, un jefe de plaza o algo parecido es muy distinto a ser bien evaluado como alcalde; además para eso falta mucho.
De JR habría que decir que se portó a la altura, en la medida incluso de su cargo como delegado, estuvo en la primera fila, pero sin aspavientos. De hecho, aunque creo que es tema para un análisis completo, me da la impresión de que tiene claro que el cargo que ostenta desde diciembre es meramente administrativo y no político, al menos de las síntesis periodísticas ha estado
casi desaparecido.
Otro de los que anda como desaforado, como si solo por sus méritos hubiera ganado es el senador Américo Villarreal, pero su presencia en el evento del viernes fue gris, como ha sido de hecho su paso por el senado, aunque los boletines de machote priista lo pinten como el legislador que Tamaulipas necesitaba.
Por su cuenta hay que apuntar que Adrian Oseguera no estuvo en el evento del viernes, no, porque se trataba de un asunto fronterizo y se quedó a trabajar en Madero, así es que por eso igual queda fuera de los desaires que pudieron haberse ganado los suspirantes ya señalados.
Los otros dos; González Valderrama y El Guasón, tampoco estuvieron, pero igual nadie los extrañó.
Cabeza-AMLO…
Arriba lo decía, es de destacar para bien de Tamaulipas la evidente relación de respeto entre el Gobernador y el Presidente, lo que puede pintar como buenas las perspectivas para la Entidad en el futuro cercano.
Es cierto, hay discordancias en temas presupuestales, pero el primer paso para que se resuelva cualquier diferencia es la cortesía y esta quedó de manifiesto el viernes en Reynosa. Otra vez, algunos que le apuestan al pleito entre el poder central y el estatal se quedaron con un palmo de narices.