CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En pleno Día de Reyes, le llegó el mayor regalo a Emily González; la delantera con 14 años hizo su debut en la Liga Mx Femenil. Entró a las 84 minutos en el empate entre Puebla y Veracruz; se convirtió en una de las jugadoras más jóvenes en estrenarse en la máxima categoría de México.
Por si fuera poco, fue en el Estadio Cuauhtémoc, mítico inmueble mundialista, en donde jugó la Selección de Italia en la edición del 1986 además anotó gol Diego Armando Maradona.
Pero todo tiene, un comienzo. A casi de 900 kilómetros de la zona ‘camotera’, está Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, lugar en donde nació Emily Misdiel González Soria un 21 de mayo del 2004.
Hace cerca de siete años, Emily tuvo su primer encuentro con el que sería uno de sus amores ‘eternos’: el fútbol, “tenía siete años, en la escuela veía jugar a los niños y un día me invitaron, me llamó la atención y jugué esa vez, y después ya era seguido”, señaló en entrevista a Expreso.
Las oportunidades para las categorías femeniles, eran muy pocas o casi nulas, por lo que tardó tres años en estar oficialmente en un equipo, “a los 10, fui con Deportivo Hever, fue mi primer equipo, eran todos niños, pero a mi me gustaba el fútbol y eso no me importaba”, contó.
En Titanes creció
Tras par de años en Deportivo Hever y jugar diferentes torneos, Titanes le hizo la invitación a la delantera para que formara parte de equipo, algo que ella al principio le pensó, pero al final la convencieron.
“Yo quería porque iba a jugar con niñas y todo eso, pero a la vez no, era un gasto muy grande para mis papás. Pero le dijeron a mi mamá que iba a estar becada y pues mi mamá se animó y yo también”, expresó.
Para la número 11 de Puebla, en ese equipo vivió muchas cosas buenas y experiencias que le ayudaron a crecer, “estuve en torneos de Victoria, en estatales donde ganamos y en Nacionales, fueron buenas experiencias que no olvidaré”, puntualizó.
La hora de dar el paso
Tras destacadas participaciones en Titanes y con la Selección Tamaulipas siendo menor, llamó la atención de la Selección Mexicana, fue a visorias en Guadalajara y aunque no fue convocada al Tricolor, el destino le tenía preparado algo mejor.
El barco que nunca quiso abandonar, ese barco con el cual buscaba llegar al profesionalismo, llegó a su destino, “desde que se creó la liga, siempre dije que quería estar aquí, nunca pensé que el fútbol fuera sólo un ‘hobby’, el mismo entrenador que nos observó en Guadalajara, ahora se pasó al Puebla, se acordó de mí y el club me hizo la invitación, le agradezco por la confianza”, explicó.
En el mes de noviembre, Emily recibió la llamada inesperada, la cual no se imaginaba que llegaría; tenía que tomar la decisión de su vida, pues tal vez ya no iba a haber otra oportunidad.
“Lo pensé un poco, a la vez sí quería, a la vez no, iba a dejar a mi familia, amigos, pero por otra parte, es un sueño que yo quería cumplir y eso me motivó a decir que sí”, comentó y agregó que siempre contó con el apoyo de sus padres, “me dijeron que lo que yo quisiera, ellos me apoyarían”.
Se puso la Franja
En diciembre, firmó su contrato y reportó con el equipo de Puebla, fue una dura prueba para ella, pues además de adaptarse a sus compañeras, también tenía que hacerlo a la ciudad.
“Al principio era nerviosismo, tensión, yo era nueva y pues nadie me hablaba, pero pues es parte de lo que debe pasar uno y ya ahora me llevo mucho con mis compañeras, me adapto al equipo y trabajo bien”, dijo.
“La verdad no me lo esperaba tan pronto pero ya estamos acá y hay que echarle ganas”, detalló sobre esta oportunidad.
Llegó el debut
En tan poco tiempo cambió la vida de Emily, en dos meses pasó de jugar en Victoria a estar en la Liga MX; fue en el último entrenamiento donde recibió la noticia que iba a estar convocada, algo que la puso feliz.
“El último entrenamiento que tuvimos fue el sábado, ese día nombraron a las 18 jugadoras convocadas para el día siguiente y yo estaba en la lista, dije ‘primer partido y ya estoy ahí’, me sentí muy feliz y pues lo primero que hice fue avisarle a mi familia. Se pusieron muy contentos, igual o más que yo, ellos son parte de todos los sacrificios y parte de esto”.
Corría el minuto 84 cuando recibió el llamado del entrenador Jorge Gómez, era para darle indicaciones y entrara al encuentro, “estaba nerviosa la verdad, pero ya en el campo, pues se olvida todo lo del nervio, me sentí bien y contenta por jugar los primeros minutos”, declaró.
“Se me vino a la mente todo lo que había pasado, todos los entrenamientos en Puebla, con Titanes, todo el tiempo, el apoyo de mi familia”, sobre todo, con su mamá, que además de eso, es una gran amiga la cual la apoya en todo.
“Estoy muy agradecida con ella, siempre me apoyó y me acompañó a todos mis partidos, cualquier cosa que le decía, ella me acompañaba, y se lo agradeceré siempre”, confesó.
Emily González ya le dio la vuelta a la página, aunque es un día que nunca olvidará, sabe que el trabajo hará que siga cumpliendo objetivos, “quiero seguir jugando, sumar minutos y goles,
pues quiero estar en la Selección Mexicana, es mi próxima meta y hay que trabajar para eso”.
Por último, la victorense mandó un mensaje a todas las niñas que apenas comienzan y las que aún se mantienen en busca de sus sueños, “nunca se rindan, siempre trabajen y sueñen, porque si se puede cumplir”.