El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido no ir a Davos, Suiza, al Foro Económico Mundial, porque su gobierno está en medio de una crisis por el desabasto de gasolina y la guerra declarada a los huachicoleros, y prácticamente todos lo hemos entendido, en Victoria, el Alcalde Xicoténcatl González Uresti anunció ayer que se va a España, en medio de una crisis por el deterioro de la ciudad, el reclamo de sus gobernados y el anuncio de un nuevo recorte de personal.
Así es mis queridos boes, un paralelismo, tal vez forzado, exagerado de mi parte si alguien lo quiere calificar de esa manera, pero lo que es muy evidente es que si en Victoria se hiciera un ejercicio para saber si los ciudadanos creen prudente que el Alcalde se vaya de viaje podría asegurarles que la mayoría diría que es un absurdo, dado el contexto en el que se da.
Este, el mandato de Xico, caracterizado por el enfrentamiento con la iniciativa privada local, por lo que éstos califican de ocurrencia al querer cerrar la Calle Hidalgo sin un proyecto de por medio, con buena parte de la sociedad civil, porque canceló el Libre 17 y hasta con sus aliados políticos porque una vez trepado en el ladrillo del poder dejó de escuchar, consultar, negociar.
Hombre escándalo desde su primera campaña, cuando era independiente, amante del baile y la fiesta, las redes sociales han encontrado en el Presidente municipal un blanco recurrente para la crítica, la burla y la ofensa.
En los últimos días, el simple planteamiento del Alcalde de cobrar por la recolección de basura generó cientos, miles, de comentarios en las redes, todos o casi todos negativos hacia la posibilidad del cobro.
Al mismo tiempo, en las mismas plataformas se cuestiona la evidente ‘orfandad’ de las calles del pueblo en las que se han multiplicado los baches, mientras que como si se burlara de los que sufren este deterioro en sus autos, el munícipe asegura que ha reparado más que en toda la administración anterior y que ahora si se arreglan para siempre.
La realidad es que el bacheo ha resultado un gran negocio solo para los contratistas del mismo, uno de ellos, el más afortunado dicen, Orlando Guillén, porque las reparaciones son tan deficientes que no duran más de un mes.
Pero además, el sistema de recolección de basura, que fue uno de los talones de Aquiles al inicio de la administración anterior, la de Oscar Almaraz, y que éste dejó funcionando como un ‘relojito’ suizo, ha comenzado a fallar y las mismas calles lo muestran.
Ya hay montones de basura por todos lados y las ‘mentadas’ se comienzan a multiplicar por todos los sectores de la ciudad, el destinatario ya lo deben imaginar ustedes.
Con todo y eso, una crisis en los servicios públicos, en la opinión de ciudadana y en el marco del anuncio del propio Alcalde de que correrá a más burócratas municipales, aunque también reconoce que ha engordado la nómina, este también avisa que se va a España.
No abundó a qué, solo esbozó que lo hará a algún encuentro en el que se tratarán temas municipales.
Es, desde mi punto de vista un despropósito que el Alcalde se vaya de viaje en medio de la crisis que enfrenta la ciudad, lo es porque además él mismo se ha quejado de las dificultades económicas por las que atraviesa su administración.
No estaría mal que los ciudadanos tomásemos más en serio nuestro papel de mandantes y exigiéramos una justificación para que ese viaje, que será pagado seguramente con recursos públicos, se realice o de lo contrario se cancele.
Por lo pronto, anote por ahí, que cada vez se hace más evidente el deterioro de las relaciones entre Xico y quienes lo hicieron alcalde.
Su pleito con el Movimiento Ciudadano, uno de los partidos que lo acompañó en campaña, pronto podría ser abierto a la opinión pública.
El alejamiento con los panistas es también cada vez más notorio, a los eventos a los que se le invita se le nota distante y en más de uno tiene que hacer circo maroma y teatro para poder salir en la fotos, eso si con los de MORENA se le ve muy a gusto.
Ya le decía antes, al alcalde y a los suyos, allá en el Palacio de enfrente los ven como un pesado lastre con el que los candidatos del partido que lo cobijó para que fuera lo que es tendrán que cargar… ¿Y si se va a España unos 5 meses?.