CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Por Tamaulipas cruzan 2 grandes ductos, decenas de tuberías que distribuyen la producción de pozos locales y las importaciones de hidrocarburos para México. En conjunto suman 805.6 kilómetros y la mayoría son ‘picados’ para robar combustible, situación que pone en peligro a los habitantes de 20 municipios en el norte, centro y sur.
De acuerdo con el informe de infraestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex), los ductos bidireccionales más largos van de la refinería “Francisco I. Madero” de Ciudad Madero (488.8 kilómetros) y de Reynosa (277.2 kilómetros) al centro refinador “Héctor R. Lara Sosa” en Cadereyta, Nuevo León.
La tercer instalación de distribución, de 29 kilómetros de longitud que transporta combustóleo, cruza de la refinería de Ciudad Madero a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Altamira. La cuarta y una de las más dañadas es el ramal La Retama-Reynosa, con 10.6 kilómetros de largo.
De la veintena de localidades las que más corren riesgos de un incendio en zonas urbanas son Altamira, González, Matamoros, Reynosa y Río Bravo, según establece el registro histórico (2012-2018) de tomas clandestinas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El coordinador general de Protección Civil (PC) en Tamaulipas, Pedro Granados Ramírez, admitió que en la entidad podría suceder un accidente similar al ocurrido en Tlahuelilpan, Hidalgo, la noche del viernes 18 de enero. Al cierre de la edición, han muerto 73 personas que recolectaban combustible de un ducto ‘picado’.
“Bajo este esquema tenemos el riesgo de la tentación de la población de acercarse a las tomas clandestinas y almacenar o transportar, con un manejo inadecuado, la gasolina. La almacenan en garrafas, bidones, tinacos, tanques y al interior de casas, talleres mecánicos. Hemos tenido en los últimos años múltiples sucesos, accidentes, con el manejo del combustible”, dijo el funcionario.
Granados Ramírez recordó que a partir de octubre de 2016 han atendido incendios fuertes con fallecidos en la zona de Río Bravo – Reynosa. Asimismo, mencionó los auxilios, en una casa y un taller mecánico, en zonas urbanas de Ciudad Madero y Altamira, donde almacenaban hidrocarburos robados.
Achican operativo en González
El cambio en el gobierno federal de México provocó que el operativo contra el robo de combustible en González se quedara sin la participación de las Fuerzas Armadas para la seguridad de los
ductos y pozos cercanos.
Fuentes oficialws afirmaron que en la actualidad la estrategia para disminuir el ‘huachicol’ en el corredor Altamira-Manuel-González solamente cuenta con agentes de la Policía Federal (PF) y, en casos de denuncia o delito flagrante, policías de Fuerza Tamaulipas.
En agosto de 2017, el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) anunció una operación especial en una de las dos regiones más afectadas por la ‘ordeña’. En este plan, los alcaldes de la región fueron incluidos para que convocaran a la población a no delinquir.
Por dicha región cruza el ducto Madero-Cadereyta.
Según estimaciones de Pemex, delincuentes organizados han ‘ordeñados’ hasta 3 mil 500 litros de combustible al día dicha instalación en épocas de los años 2017 y 2016. La mayor parte del robo ocurre en la zona rural de Altamira y González.
Los registros del GCT indican que las zonas con mayor incidencia de ‘huachicol’ son Altamira-González y Reynosa-Río Bravo. En ambas elementos federales y estatales han quitado pipas, bidones y herramientas.
En varias ocasiones, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, ha dicho que el crimen organizado compra armas y equipo táctico con la venta del combustible robado. El efecto final de la comercialización, ahondó, son las extorsiones, los secuestros y los enfrentamientos con víctimas.
El 28.8 por ciento del presupuesto diario en prevenir y remediar las tomas clandestinas de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se gasta en Tamaulipas. Esto representa un millón 94 mil 751 pesos que el gobierno federal eroga cada día por esta problemática.
De acuerdo con información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la empresa petrolera nacional, al día se erogan 3 millones 800 mil pesos pesos en la prevención y remediación del sistema de ductos que transporta hidrocarburos.
El ducto Cadereyta – Madero, de 488.5 kilómetros de longitud, es el que más cuesta de reparar y proteger en el país. Cada barril enviado genera un costo de 61.28 pesos por concepto de “prevención del delito”. Al día en esta tubería, con capacidad para transportar 38 mil barriles diarios, se gasta 496 mil 766 pesos.
El gasto para vigilar y ‘tapar’ el ducto en el sentido de Tamaulipas a Nuevo León asciende a 478 mil 62 pesos. De Madero al punto llamado KM 0 (ubicado cerca de Victoria) se erogan 230 mil 958 pesos y del KM 0 a Cadereyta el monto para el cuidado es de 247 mil 104 pesos.
700 para el Madero-Cadereyta
Un aproximado de 700 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) vigilan el tramo de Ciudad Madero al poblado de Zaragoza, del ducto Madero-Cadereyta.
Los batallones de infantería 87 y 74, provenientes de Martínez de la Torre y Tempoal de Sánchez, Veracruz, se desplegaron para acompañar los recorridos con unidades de seguridad física de Pemex.
“Este es el tramo de responsabilidad que se asignó para estas unidades para evitar que haya robo de hidrocarburos, además que no se realice ningún tipo de actividades ilícitas, ellos fueron asignados para esta labor, pero independientemente si detectan algún otro acto delictivo se actúa”, afirmó el mayor de Infantería José Manuel Flores Bello.
Pemex reactivará los ductos en los tramos Minatitlán-México, Tuxpan-Azcapotzalco, Tuxpan-Tula, Tula-Salamanca, Salamanca-León, Salamanca-Guadalajara, Salamanca-Morelia, Tula-Toluca, Tula-Azcapotzalco, Tula-Azcapotzalco, Matamoros-Cadereyta y Madero-Cadereyta.
Para ello, el gobierno federal desplegará 10 mil elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal para establecer un operativo de vigilancia permanente en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“La vigilancia es permanente. No se puede suspender, es una red ya de 10 mil elementos. Son suficientes. Si es necesario, se va a incrementar el número para cuidar todos los ductos; se están creando bases especiales, es todo un plan”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Peligroso, pero más económico
Staff
Pese a que se trata del medio de transporte más eficaz y económico, la actual administración cambió radicalmente su estrategia e hizo a un lado el uso generalizado de ductos.
La distribución de gasolinas y diesel por autos tanque, es decir, pipas, es 14 veces más cara en comparación al transporte por ductos, costo que absorbe Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de la estrategia implementada por el gobierno federal para reducir el robo de los hidrocarburos.
Para Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (AMEGAS), de mantener está logística se seguiría afectando el abasto de combustibles en diferentes zonas del país.
En su último reporte, Pemex señaló que cuenta con un total de 8 mil 390 kilómetros de poliductos, así como 74 terminales de almacenamiento y despacho, sin embargo, sólo registra 520 carros tanque y mil 485 autotanques o pipas para el reparto.
Ante esto, el dirigente aseguró que “no existen pipas suficientes, los propietarios de las 12 mil estaciones de servicio, sólo tienen 800”, lo cual resulta insuficiente para abastecer a todas las zonas que durante la semana pasada tuvieron afectaciones porla falta del producto.
Consideró que de mantener esta estrategia, las afectaciones podrían continuar.
“No es un problema que se resuelve en un rato. Para distribuir faltan pipas, se necesitan 400 diarias (sólo en Guadalajara). Todo el país tiene en sus capitales el abastecimiento con la pipa blanca de Pemex, de 20 mil litros. (En Jalisco) sólo hay 68 unidades para bastecer a 500 estaciones de servicio”, dijo.
El sábado pasado, la empresa aseguró que aumentó 20% estas actividades para poder abastecer las estaciones de servicio en Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y
Querétaro, pues reconoció que estos son los estados con mayor afectación por la nueva estrategia que busca reducir el robo de hidrocarburos.
En México se vende un promedio de un millón 61.4 mil barriles por día de combustibles, de los cuales 72% es de gasolinas y el resto de diesel.
Según Ramses Pech, especialista del sector petrolero de Grupo Caravia y Asociados, las mil 485 pipas, estarían transportando apenas 12% de los petrolíferos.
Aunado a esto, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) señala que este tipo de transporte es 14 veces más caro en comparación al ducto.