Esdras Romero Vega pertenece a una especie que se pensaría en vías de extinción. Es el prototipo exacto de los liderazgos corruptos que destruyeron a golpe de saqueos a la primera industria nacional.
Ha ocupado en diferentes etapas la Secretaría General de la Sección Uno, del Sindicato Petrolero, y esa posición le ha permitido ser -con más pena que gloria- diputado local, federal y alcalde de Madero.
Por eso, aunque responde a los intereses de otro tamaulipeco, Carlos Romero Deschamps, no es muy distinto a los líderes que crecieron a la sombra de Joaquín Hernández Galicia.
Comparte con aquellos viejos quinistas, una desbordada pasión por el dinero y los lujos que puede comprar. Llevan en su ADN la genética de Salvador “El Chava” Barragán Camacho.
También su falta absoluta de formación ideológica; en su incipiente carrera política pasó del PRD al PRI sin mayor remordimiento y cultivando el arte de la adulación, consiguió mantener sus posiciones de poder sin defender ni una sola vez al gremio que se
supone, representa.
Los despidos de miles de trabajadores en la Refinería y el recorte de privilegios a los petroleros pasaron de noche para el Sindicato que no elevó ni una sola protesta.
Había sabido mover sus piezas para eternizarse como el mandamás de
los petroleros en el sur de Tamaulipas, de tal forma que los reflectores nacionales no se posarán sobre él, pese a su evidente y súbito enriquecimiento que estaba a la vista de todos desde hace varios años.
Como todo en la vida, parece que su buena suerte terminó.
La revelación de su fortuna en el noticiero estelar de Televisa lo puso en el ojo del huracán, y en el ambiente petrolero ya se hacen apuestas sobre cuándo lo llamará a cuentas la justicia.
Si como afirman algunos, Esdras es una moneda de cambio para salvar el pellejo de Romero Deschamps, lo sabremos muy pronto. Porque en estos momentos en el país, no hay un tema más importante que la industria petrolera, y el saqueo del que ha sido objeto desde hace años.
Así diseñó López Obrador los primeros meses de su gobierno; puso en la agenda el tema del huachicol y ha insistido una y otra vez, que en ese delito, están involucradas autoridades de Pemex y el Sindicato.
Si recordamos que la Refinería Madero es una de las plantas más afectadas por este delito, cabe suponer que los líderes petroleros del sur, con Esdras a la cabeza, deben andar muy nerviosos.
Sea por esa u otra razón, lo que es un hecho es que al dirigente actual de la Sección 1 es cada vez más difícil verlo en Madero, donde se supone que despacha.
Más o menos lo mismo que pasa con su paisano, Carlos Romero Deschamps, de quien lo único que se sabe es que anda desesperado tramitando amparos contra cualquier ofensiva judicial en su contra.
Todo hace indicar que presenciamos el ocaso de un clan que amasó millones de pesos al amparo del poder, y que le ha hecho un daño terrible a la empresa más importante de la nación.