Desde 2010 en Tamaulipas las gasolina y el gas se han encarecido un 73 por ciento para las empresas y un 62 por ciento para los particulares, lo que ha provocado una cascada de aumentos en diversos productos.
Esto lo han resentido tanto los bolsillos de los trabajadores, como la operación de las empresas.
El precio del gas licuado de petróleo por ejemplo, ha crecido 110 por ciento en Tamaulipas desde el año 2010, mientras que en el mismo periodo los precios del gas natural aumentaron 62 por ciento.
Durante ese lapso, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó una inflación acumulada en el país del 42.1 por ciento, promedio similar a la inflación ocurrida en la frontera de Tamaulipas, mientras en el centro del estado llega al 45 por ciento.
Mientras tanto, los salarios en los empleos formales han crecido apenas un 47 por ciento, por lo que la inflación de los combustibles ha golpeado el poder adquisitivo y ha incrementado el precio de los principales productos como huevo, leche, tortilla y cárnicos que acumulan en Tamaulipas, en el periodo referido, una inflación superior al 60 por ciento.
Solamente en enero los productos agropecuarios acumulan una inflación del siete por ciento, y aún falta por impactar la inflación derivada por el desabasto de combustible, pues aunque Tamaulipas fue de los estados menos afectados, las frutas, verduras, granos, leche y huevo, sí resintieron afectaciones por el desabasto en otras regiones del país.
Pese a la promesa de equiparar los precio de la gasolina regular, con los del vecino estado de Texas, actualmente el precio más bajo en Reynosa, por ejemplo, es de 14.39 pesos por litro de Magna, mientras en McAllen la gasolina regular promedia los 10 pesos el litro o 1.99 dólares por galón de 3.785 litros.
De hecho, el comparativo entre el precio de la gasolina del lado estadounidense y el mexicano, ha ido creciedo año con año hasta casi llegar a ser un 90 por ciento más cara en México.
Desde el primer día de 2019 el precio de las gasolinas se incrementó 42 centavos por litro, mientras que luego de tres años en que la tarifa domiciliaria de electricidad se mantuvo sin cambio, los recibos de febrero incrementarán de 0.79 a 4.95 por ciento, dependiendo del nivel de consumo.
Los aumentos para promedio de alto de consumo, unos 400 kilowatts mensuales, será de solo 1.07 por ciento, pero el precio para los que consumen menos, que son gente de bajos recursos, el consumo de menos de 75 kilowatts mensuales les aumentó 4,95 por ciento.
“Los suministradores de servicios básicos aplicarán un factor de ajuste mensual a los cargos de las tarifas finales de energía eléctrica de suministro básico a usuarios domésticos 1, 1A, 1B, 1C, 1D, 1E y 1F (…)”, afirma el Presupuesto de Egreso de la Federación.
El gobierno federal aseguró que la gasolina solamente subirá lo que crezca el índice nacional de precios, que estimó en un máximo de 3.5 por ciento para 2019, aunque estimaciones particulares consideran un mínimo del cuatro por ciento promedio.
Suponiendo una inflación del cuatro por ciento y que la paridad con el dólar es de 19.09 pesos, cada vehículo particular (promedio de 60 kilómetros/ día) gastará unos 28 mil pesos en gasolina durante este año, mientras que las empresas con recorridos de 300 kilómetros diarios, gastarán unos 145 mil pesos por vehículo.
HUACHICOLEO, GUERRA COMPLEJA
En lo que va del Siglo XXI el robo de combustible en Tamaulipas lejos de controlarse y mucho menos disminuir, se ha incrementado fuertemente según los datos de Petróleos Mexicanos.
El 15 de Abril de 2003, el robo de combustible tuvo el primer debate fuerte en el Congreso local , en donde las cuatro fracciones que había en aquellos días: PRI, PAN, PRD y PT exigieron perseguir la venta de combustible, pero diferenciando el delito que cometen los que llamaron pequeños ladrones, con el que cometen los establecimientos o los funcionarios de PEMEX.
“También tenemos que ser eficaces y eficientes”, dijo, “por eso además de penas para quien trafique con gasolina debe haber penas para quien por negligencia permita ese tráfico”, dijo quien fungía como presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, Eliseo Castillo Tejeda.
Pese a las encendidas acusaciones del entonces perredista, Pedro Alonso Pérez, respecto de que eran los mismos franquiciarlos de Pemex los que comerciaban con el combustible ilegal, “gasolinas de muy baja calidad, o bien la mezclan hasta con agua para ganarle”, el asunto nunca pasó de las puertas del Congreso local.
El 13 de marzo del 2015, el Senado de la República votó la nueva Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos cometidos en materia de Hidrocarburos que preveía hasta 35 años de cárcel quienes roben de combustible, desde los que ordeñan ductos hasta los que la roban litro por litro en las gasolineras.
“Se sancionará de 30 a 40 años de prisión y multa de 50 mil a 65 mil días de salarios mínimo vigente, a quien por cualquier medio realice actos de sabotaje en los equipos, instalaciones o bienes muebles o inmuebles de la industria de los hidrocarburos”, decía el Artículo 11 de dicha ley.
En la Cámara de Diputados las fracciones del PRD, PT y Morena impugnaron la dureza de la ley y finalmente luego de ser publicada el 12 de diciembre de 2015, las penas había bajado a la mitad y en marzo de 2018, nuevamente los diputados hicieron una rebaja y el articulo 11 dejó en “10 a 15 años de prisión y multa de 7,000 a 12,000 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización vigente”.
Desde la publicación de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos cometidos en materia de Hidrocarburos se han descubierto más de tres mil 800 tomas clandestinas en Tamaulipas, y son menos de 50 personas las que han sido encauzadas por este delito.