No hay dictadura sin militarización, ni hay dictador que en el mundo no tenga una relación estrecha con los mandos militares, no hay país bajo un régimen no democrático en el que su ejército no tenga poderes muy superiores a la naturaleza de su creación, por eso en México tenemos que poner atención a lo que asoma, a lo que huele: la militarización que avanza como la humedad de la mano del presidente.
Así es mis queridos boes, como le he dicho a varios lectores que me critican cuando cuestiono algo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ojalá esté equivocado, por mi, por ti, por México, pero es evidente que a la milicia se le está dando un protagonismo en el país, muy, pero muy superior a la que tiene que ver con la seguridad nacional.
La creación de la Guardia Nacional que creo no tendrá problemas en los congresos para pasar, por sí sola representa una regresión, como han señalado prácticamente todas las ONGS nacionales, los organismos internacionales y buena parte de la oposición, en la campaña hasta AMLO rechazaba esa idea.
Pero resulta que además de controlar la seguridad en el país, los militares con López Obrador poco a poco se están convirtiendo en la figura de ‘control’ en ámbitos inimaginables en el pasado reciente.
El Presidente ha anunciado que los militares ahora también serán arquitectos e ingenieros y constructores de obra, dado que van a construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, mismo que igual van a controlar.
Pero además, las ganancias que se obtengan de la operación de dicha terminal aérea será de para las fuerzas armadas.
Los militares de México serán además, operadores inmobiliarios, porque a ellos AMLO les ha encargado el diseño y la operación de compraventa del complejo residencial que se hará en el predio que existe allá por Santa Fe en la CDMX y que de acuerdo al presidente las ganancias también serán para la nueva Guardia Nacional.
Los militares de hecho ya controlan las refinerías del país, son los encargados de la entrada y salida de combustibles, lo que desde luego no es cuestionable dadas las condiciones en que estaba la paraestatal con el huachicoleo.
Pero ¿qué creen?, pues los militares también van a controlar las 671 enormes pipas que el Presidente mandó comprar sin licitación para distribuir las gasolinas por carretera en lugar de usar los ductos.
Ya vieron cuántas tareas tienen ahora los militares de este país?, ¿qué sigue, qué sean ellos los encargados de organizar las elecciones?.
Parece una exageración, pero insisto en que es un tema del que todos tenemos que estar pendientes, porque es así como han comenzado los gobiernos que luego terminan por convertirse en dictaduras: Venezuela, Nicaragua, Cuba y muchos de Europa.
Es cierto que AMLO ha dicho no una sino muchas veces que no piensa en reelegirse, que no será un dictador, que por eso en seis años hará lo de 12, eso parece que ha quedado claro.
Pero ¿qué va a pasar cuando López Obrador deje el poder en seis años con los militares y todo el poder que han ido acumulando?, ¿a poco se va a cambiar la constitución al final del sexenio para que regresen a sus cuarteles?, ¿a poco al final del sexenio, cuando el Presidente esté debilitado, como naturalmente ocurre les va a poder arrebatar el control de los aeropuertos, la distracción de la gasolina y lo que vayan acumulando de ahora a entonces?
Ojo, tal vez el Presidente pueda resolver un problema inmediato con la entrega de poderes extraordinarios a los militares, pero en el mediano plazo podríamos lamentar esas decisiones que hoy el ‘pueblo bueno’ aplaude sin chistar, sin analizar, sin ver a futuro.
Y aclaro que soy un mexicano que cree y que entiende la labor de las fuerzas armadas en el país: son los héroes que rescatan a cientos en los desatares naturales y han salido a arriesgar su vida por la de nosotros en las calles del país en la lucha contra el narco.
Pero también tengo claro que por la naturaleza de la disciplina con que se manejan los ejércitos, es muy sencillo que los mandos, con poder extralimitado como lo han tendió en Centroamérica, caigan en la tentación de ocuparse del mando civil, político y entonces ocurre lo que vemos en Venezuela, Nicaragua y puntos circunvecinos… reitero, ojalá que sea la mía una exageración y que no nos ocurra lo que a otras naciones.
El gober y los burócratas…
Sin aspavientos, ni manoteos, el Gobierno de Tamaulipas y los burócratas que sirven en el, llegaron a un acuerdo tras la negociación del pliego petitorio. El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca en un evento entregó reconocimientos de antigüedad y anunció la renegociación que dejó a todos contentos.
“Como respuesta al pliego petitorio presentado por el SUTSPET al @gobtam, anunciamos un incremento de 6% al salario de los trabajadores estatales, además de aumentos en prestaciones como capacitación, becas, canasta básica, bono de útiles escolares, entre otros. @admon_tam”, twitteo luego Cabeza de Vaca. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong