PÁNUCO, VER.- La lamentable decisión tomada por el presidente Andrés Manuel López Obrador de recortar el 50% de apoyos a sistema de guardería, está afectando a más de 9 mil estancias y más de 300 mil menores.
Entre estas guarderías se ubica la estancia “Creciendo Feliz, la única en la populosa Congregación del Moralillo, en donde los padres de familia ya cerraron filas ante el embate de esta medida y van apoyar con recursos para que la estancia cierre.
Ruth Vanesa Sosa Jiménez, titular de esta estancia dijo que lo que el gobierno federal no está tomando en cuenta las necesidades de la estancia que se requieren cada mes, pues se pretende entregar los apoyos directos a los padres de familia de manera bimestral.
Cuando antes se les entregaba una beca por mes, y de ahí se utilizaba el recurso para mantenimiento del inmueble, así como para dotarlo de insumos que se aplicaban en entregarlo a los pequeñines.
Con ese recurso dijo, se pagaba el agua, la renta, la luz eléctrica, y el pago a las asistentes para los niños, por lo que tal recorte les afecta sobre manera.
Agregó que actualmente tienen 35 niños, y de estos un porcentaje alto son hijos de madres solteras que se dedican a despicar camarón en la colonia Morelos del vecino municipio de Tampico, por lo que el ingreso de estas mujeres es muy bajo.
Por ello dijo que en gran parte la estancia “Creciendo Feliz”surgió de las necesidades de los residentes de El Moralillo, pues tenían que viajar hasta el municipio de Tampico y les generaba fuertes gastos a esto se suma el perder mucho tiempo.
Otras de las causas que hacían urgente la apertura de la estancia, fue que tristemente los propios familiares que se quedaban a cargo de los niños, es que estos últimos eran ultrajados por los adultos.
Por lo cual, para hacer frente ante este recorte, se reunió con la sociedad de padres de familia, a fin de buscar soluciones que aterricen en el mejoramiento de la estancia infantil.
Ante ello los padres se comprometieron a ayudar trayendo frutas y verduras, pagando su cuota mensual de 250 pesos, cantidad considerada como simbólica en relación con otras estancias de la zona conurbada.