CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas Nájera, recorrió uno de los centros ilegales de incineración de cuerpos encontrados por colectivos de familiares de personas desaparecidas en la zona cañera de El Mante.
Invitado por los colectivos “Voz y Dignidad” y Milynali Red CFC, el funcionario federal conoció el sitio, también llamado “cocina”, donde se han recolectado 86 bolsas de indicios con restos óseos quemados y prótesis. Las familias calculan que los restos pesan aproximadamente 100 kilogramos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizó el campamento delincuencial en el rancho El Papalote hace 6 años. En 2014, las hermanas Graciela y Edith Pérez Rodríguez, líderes de las agrupaciones, hicieron la primera búsqueda prospectiva. Tres años después, la Procuraduría General de la República (PGR) integró el lugar dentro de la carpeta de investigación para hacer diligencias oficiales.
Encinas Nájera reconoció que el centro ilegal de destrucción de cadáveres, localizado cerca de la Sierra de Cucharas, es el más grande de Tamaulipas, de acuerdo con los registros de la ahora Fiscalía General de la República (FGR).
“Estoy convencido que en México hay capacidad forense para atender estos sitios, tanto en el ámbito de la Fiscalía General como en algunos estados. Las capacidades institucionales están subutilizadas, como medicina legal e identificación forense”, dijo el subsecretario en su tercera participación en búsquedas.
Integrantes de los colectivos explicaron el protocolo forense que han trabajado junto con personal de la FGR, para detectar los pozos de incineración con ceniza y huesos quemados. Posteriormente, personal de Protección Civil municipal limpia la zona para que ingresen los peritos federales a la observación y búsqueda de restos.
Luego de ocho meses de trabajo, se encontraron desde restos de craneo, mandíbulas, dientes, procesos de huesos, ropa, envases de combustible e incluso papeles, los cuales fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales.
Al respecto la dirigente del colectivo Milynali Res CFC, Graciela Pérez, indicó que las labores de búsqueda se realizan desde hace un año y medio, donde se reunieron integrantes del Colectivo Voz y Dignidad para realizar de manera adecuada la búsqueda de restos.
“Aquí tenemos un año y medio en este sitio recolectando restos óseos, es un campo de exterminio lo llamo yo, nos unimos dos colectivos para hacer un levantamiento formal con todos los peritajes y antropólogos como se debe de hacer”, indicó Graciela Pérez.
Las mujeres y los hombres, con casos de desaparición a partir de 2012, participan en las labores de cribar la tierra para encontrar pedazos de hueso de diferentes partes del cuerpo. Los dientes o fragmentos de medula son secciones más valoradas, debido a que de éstos se puede determinar con menos dificultad el perfil genético de la víctima.
Sobre la labor especializada de los familiares y servidores, Alejandro Encinas dijo: “Queremos hacer los análisis de contexto y recoger las experiencias para tener una metodología común, de acuerdo a las características de operación de grupos delictivos y zonas en específico”.
El primer visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Ismael Eslava, también acudió al recorrido por una de los varios campamentos de la extensa zona de búsqueda, que incluye los municipios de El Mante y Xicoténcatl. Además, afirmó, el organismo acompaña todas las búsquedas en el rancho El Papalote.
Agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), el delegado de la FGR, Federico González Scott, y personal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) participaron en la jornada.
La comitiva federal se reunió en privado para hablar de la situación de búsqueda de personas desaparecidas en Tamaulipas, el jueves por la noche. Alejandro Encinas salió el viernes por la mañana de Tampico a El Mante y voló de Victoria a la Ciudad de México.