El que esté libre de abucheos, que tome el micrófono y que hable, sino, que se quede callado.
Para el PAN y el PRI, las rechiflas y los abucheos a sus gobernadores en los actos del presidente Lopez Obrador ya se volvió un tema de agenda política.
En el PAN, aseguran que todo esto es un plan perverso del gobierno morenista para exhibir a los gobernadores. Yeidckol Polevnsky, salió a defender a su gobierno y a calificar de soflamerías a los panistas. Los priistas sólo se han concretado a decir que “son travesuras” para atizar el morbo político.
La verdad que es que es muy difícil creer que haya un plan perverso atrás de todo. Y no porque los morenistas o su gobierno no sean capaces de hacerlo; lo son, y son capaces de hacer eso y cosas peores. Lo cierto, y eso lo deben entender los aludidos, es que el humor social en el país no le favorece nada a la clase política nacional. Nadie se salva. Los mandatarios de Morena, que acaban de llegar, escapan a la bulla, porque aun no tienen el desgaste de los demás. Pero, dentro de un año, los queremos ver cómo andan en el pulsómetro en sus Estados.
Queda claro también que el único que puede partir plazas y meterse entre la muchedumbre sin riesgo de que los cuestionen, por ahora, es Andrés Manuel López Obrador, y quien no lo quiera entender así, está ciego; y en esto, no hay peor ciego, que aquel que no quiere ver.
El abucheo es una moda en los tiempos de un gobierno que viene con una amplia base popular. Los gobernadores tienen que acostumbrase a este fenómeno, y si no quieren ser exhibidos, como Héctor Astudillo, en Guerrero; El Bronco, en Nuevo León; Carlos Mendoza en Baja California Sur, o como Ignacio Peralta en Colima, entonces que no se expongan, y si alguien está libre de pecado, que se aviente al ruedo.
Este martes, Ignacio Peralta fue el último caso, y fue el presidente quien tuvo que entrarle al quite y hasta en torno de broma, sometió a consulta si procedía o no el abucheo.
En los eventos masivos, siempre se corren estos riesgos. Cuando hay empatía con la gente y aparte haces buen gobierno, el abucheo se cambia por el aplauso, y como están las cosas, nadie se lleva las palmas.
Y la verdad que el asunto del abucheo es pecata minuta que debe importarle un carajo a los gobernadores. En lo que deben estar abocados y no perderse en frivolidades, es en hacer buenos gobiernos para que en las elecciones de junio, salgan bien librados, porque es ahí donde sí se califican y se evalúan los gobiernos.
Los abucheos, son como los orgasmos, es de quien se los merece. Así que déjense de soflamerías, como dijo Doña Yeidckol y pónganse a ganar el aplauso.
Talachazos
LA TERCERA ES LA VENCIDA.-Ayer Arturo Soto, anduvo por el Café Expreso, en donde habló de todo los temas sin mordazas. El aspirante del PAN a una de las diputaciones por Victoria, trae las prendas suficientes para ganar. Y aunque los rivales que lleva en el PRI, son buenos, la realidad es que el panista, con todo el poder del Estado y el trabajo que trae, tiene posibilidades reales de salir victorioso. No la tiene fácil, porque el humor social en los distritos de Victoria, pero el oficio, la experiencia, la estructura y los recursos que trae atrás, lo colocan como favorito.
Soto, juega por tercera vez, y es la figura del PAN que tiene merecimientos de sobra para ser, a diferencia de otros correligionarios suyos que son cuestionados por falta de militancia.
El exsecretario de Ingresos del gobierno del Estado, si el PAN mantiene la mayoría en el Congreso, puede convertirse en una figura con proyecto estatal para el 2022. Por lo pronto, hasta ahora va bien.