* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
Normal que en el gobierno federal existan fallas como también aciertos. Aunque estos últimos sean más difíciles de aceptar por los críticos y adversarios del régimen.
Y es que ante el desastre heredado por neoliberalismo, el avance ha de ser lento. No puede ser de otra forma cuando los grandes intereses se interponen a la aplicación de la justicia.
En este sentido, el último escándalo se registró en la capital del país cuando recién la fiscalía detuvo a un presunto delincuente (con claras evidencias de serlo), mismo que setenta y dos horas después fue liberado por el poder Judicial no solo “por falta de pruebas”, sino “por violentar sus derechos humanos”.
Dicen que al quedar libre, el sujeto en cuestión lanzó tremenda carcajada, significativa de burla hacia la ley, hecho que fue consignado por AMLO durante su conferencia mañanera de este martes.
Ello pudiera corroborar que en buena parte de la república la impunidad existe y persiste.
Pero también de que el poder Judicial no cumple a cabalidad con la responsabilidad adquirida, lo que equivale a que tampoco existe correspondencia con los cuantiosos salarios percibidos en todos sus niveles.
No hace falta recordar la oposición sistemática de sus integrantes a respetar la ley sobre sueldos y remuneraciones aprobada por el congreso, misma contra la que se auto ampararon. ¡Qué chulada!.
El asunto es que el régimen morenista avanza “de poquito en poquito”, sea venciendo resistencias imposibles de ocultar.
Avanza, digo, y la gente lo entiende.
Por ello no extraña que en la encuesta publicada por el grupo “Reforma” este martes, aparezca AMLO con alto porcentaje de aceptación, (78 a favor, 18 en contra).
En este caso habrá que reconocer el profesionalismo de dicha empresa que pese a la confrontación conocida, acepta y además publica lo que es una realidad, es decir, la contundencia de apoyo hacia el supremo gobierno.
En cuanto a los obstáculos para que la justicia se aplique con la severidad requerida, bueno sería que quienes integran la Suprema Corte de la Nación, realizaran un examen de conciencia que los acercara a cumplir con su deber.
Ya se ha dicho que se trata, más que de mezquindad económica, de sentir la satisfacción y el honor de servir a la república…hasta ha de creer que magistrados y ministros estén dispuestos a renunciar a su 600 mil pesotes mensuales, más una serie de privilegios no imaginadas por los simples mortales de los que usted y el aquí escribe formamos parte.
ACTIVISMO DOMÉSTICO
Mientras tanto, en MORENA Tamaulipas, el futurismo empieza a manifestarse, tibiamente por supuesto, considerando que la sucesión esta a tres años de distancia y algo más.
Hasta ahora son tres prospectos que propone el destino. De éstos, dos son los que pretenden abrirle una rendija al tiempo cuanto antes, mejor.
Se trata desde luego, de Américo Villarreal Anaya y Héctor “el guasón” Garza González.
El primero, senador de la república, situación que en otras circunstancias le sería harto favorable. Recordéis que cuatro de los últimos gobernadores transcurrieron por el Congreso de la Unión.
En este sentido la ventaja más visible para AVA, resultaría de su habilidad para integrar una red de relaciones que hicieran posible su candidatura en forma natural.
Otro elemento sería el capital político de su padre, quien ciertamente dejó una memoria aceptable en la comunidad.
Pero AVA carece de la experiencia y el colmillo que a “el guasón” le sobran. Hecho en “la talacha”, (que implica desprecios, trabajo a destajo, carencias, desveladas, etc), Garza González fue reconocido apenas hace unas semanas, al ser nombrado por AMLO, Oficial Mayor de Educación Pública.
Dicho cargo se convirtió en todo poderoso cuando lo ocupara Mario Aguilera Dorantes, (1958-70), un oaxaqueño adoptado por Tamaulipas, (tanto que pidió a su familia que a su muerte fuera sepultado en el panteón victorense). MAD fue célebre por el control que ejercía sobre las normales rurales de donde algunos egresados encabezaron movimientos revolucionarios, en los años sesentas.
Entre estos Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos en Guerrero, (Partido de los Pobres), y Arturo Gamiz García en Madera Chihuahua, este último que diera origen a la Liga 23 de Septiembre.
No creemos que “el guasón” esté a la altura del cargo, pero de que lo aprovecha para realizar activismo doméstico, eso-que-ni-que.
La interrogante flota en MORENA: ¿La candidatura será por “dedazo” (como sucedió con AVA para la senaduría?, o, habrá consulta.
No olvidéis que existe un tercero en discordia cuya representación del ejecutivo federal la mantiene, digamos, en bajo perfil.
Total que mortificaciones no faltan.
Y hasta la próxima.