Un aroma a hierba y palma envuelve la esquina del 8 Morelos. Es el perfume de una multitud de feligreses católicos que se vuelca a la convocatoria que representa a la tradición, la creencia y la fiesta, el dia que marca el inicio de la semana mayor: el domingo de Ramos.
Unidos en el deseo de ser bendecidos portan el verde símbolo que rememora la entrada de Jesús a la ciudad que días después le sentenciaria.
Miradas de benevolencia y esperanza así como de alegría se mezclan en la celebración de este inicio de los rituales que cada año aglutinan a la grey frente a las puertas del templo deseando llevar a casa un poco de la santidad que estos siete días les inspiran.
Los artesanos no se dan abasto para satisfacer las manos que demandan llevar el ramo deseado a la liturgia dominical.
La Semana Santa (la real) ya inició y con ella la época de remanso e introspección que las almas victorenses reclaman en estos tiempos de violencia y difícil sustento.