“En ésta tierra conocí la dignidad
del que trabaja para ver crecer los suyos
del que se esfuerza para superar su condición
aún a pesar de cruzar tiempos de infortunio.
Y hoy hace un buen día
para hablar de los que están aquí”…
Fernando Delgadillo
Son días de guardar, según las costumbres de la iglesia católica, para la reflexión, para estar en paz consigo mismo y con el de junto y el de enfrente, es como un alto en el camino para evaluarnos moralmente. Sí, están muy a gusto las vacaciones, la playa, los ríos y la fiesta, pero son momentos precisos también para cavilar en voz baja o para adentro. Porque últimamente hay mucho ruido alrededor.
En varios períodos de la humanidad, la mujer ha salido a ser combativa por su género, después de las guerras, cuando la revolución industrial o en movimientos políticos que han requerido de grandes esfuerzos para luchar por los derechos humanos. Ahora, en esta época nos toca registrar, vemos más marchas feministas que buscan la igualdad del género y de las calles a la red. Ahí vamos con el MeToo, esa etiqueta que ya jamás podremos borrar. Todo queda en la huella digital.
Con 24 horas de antelación al jueves santo, en internet se crucificaba otro escritor, cantante, autor de bellas letras y celestiales acordes de guitarra, Fernando Delgadillo, con el mismo modus operandi, desde el anonimato, una mujer le acusa de acoso sexual, el presunto culpable emitió carta aclaratoria y pidió ser juzgado en corte legal y no en el linchamiento ya acostumbrado de las redes sociales.
Rayando en el absurdo, los internautas interfieren ahora que la bella melodía de su autoría “Hoy ten miedo de mí”, es una advertencia de violación.
“Hoy procura que aquella ventana que mira a la calle en tu cuarto se tenga cerrada, porque no vaya a ser yo el viento de la noche y te mire y recorra la piel con mi aliento y hasta te acaricie y te deje dormir y me meta en tu pecho y me vuelva a salir y respires de mí. O me vuelva una estrella y te estreche en mis rayos y todo por no hacerme un poco de caso, ten miedo de mayo y ten miedo de mí”. Para el autor de tantas melodías de protesta, de expresiones sociales y temas urbanos, esta es su primera canción de amor, dedicada así a su primer amor. Pero ya en las redes se la están desvirtuando.
Otro episodio público que nos debe poner a reflexionar hacia donde nos dirigimos las mujeres, el movimiento me too músicos se desliga de la acusación, pero esta, ya fue asestada por alguien que apuntó con el dedo acusador a su acosador desde el anonimato. Sin embargo la historia no queda ahí, es el mismo cantante que revela el nombre y apellido de su acusadora y se dice acosado por ella desde hace cuatro años, se trata de una ex pareja que al parecer no supera la ruptura.
Una vez aclarado el punto y bajando la marea de los tuitazos, el morbo cesa y se le da vuelta a la página. Ya caerá otro, parecen decir en la red.
Se ha desvinculado el movimiento feminista, la mofa y la alta exposición mediática propician que casos como el anterior, sin filtro y con claras intenciones de hacer daño, se repitan, puede haber muchas imitaciones de mujeres que con rencor, sin siquiera levantar una ceja, acusen por llamar la atención.
De nuevo se cuestiona si este es el camino o no para visibilizar el acoso sexual hacia la mujer, si de por si en barandilla no hay garantías para las víctimas, ahora con estos malos chistes se desvirtúa el camino que se había encontrado en la red.
En Boca Cerrada
Para garantizar el derecho de acceso a la información de las personas con discapacidad auditiva el Congreso de Tamaulipas cuenta ya con una intérprete de la Lengua de Señas, la adecuación a la comunicación legislativa es importante porque atiende tanto a los asistentes al edificio legislativo como a quienes siguen en vivo la sesión por la página oficial del Congreso.