CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En medio de una crisis sin precedentes por la gran cantidad de migrantes que empezaron a arribar a Tamaulipas desde finales del año pasado, el Instituto Nacional de Migración (INM) destituyó a sus delegados en las principales ciudades de la entidad.
Estos cargos, hasta el mes de abril no habían sido cubiertos.
Información del INM a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, revela que en total desde el inicio de la nueva administración federal son 15 los funcionarios públicos de migración los que fueron dados de baja de esta institución.
El primer puesto que quedó vacante fue el del Delegado Federal en Tamaulipas quien desde el 15 de diciembre dejó el espacio luego de presentar su renuncia.
Luis Eduardo Vega Cambero percibía un salario de 126 mil 479 pesos mensuales y fue cesado.
El segundo puesto que se dio de baja fue el coordinador de profesionales especializados en Servicios Migratorios quien desde el 31 de diciembre dejó la institución, seguido del delegado local en Matamoros quien brindó sus servicios hasta el 31 de enero del 2019.
El delegado local de Reynosa dejó el servicio migratorio el 31 de enero, mientras que el subdelegado local de este municipio también dejo su puesto de trabajo fue el 15 de febrero del año en curso, seguido de un agente de migración el día 28 de febrero.
El subdelegado local en Ciudad Victoria fue dado de baja luego de presentar su renuncia el 31 de enero, mientras que el delegado local en Nuevo Laredo terminó su interinato el 15 de marzo del año en curso.
Otro de los puestos que quedaron libres fue el de subdelegado local en el aeropuerto Internacional de Ciudad Victoria el día 28 de febrero, además del subdelegado local en Matamoros el día 15 de marzo y cuatro agentes de migración mas que presentaron su renuncia.
El caso más evidente de corrupción al interior de la delegación del Instituto Nacional de Migración, ocurrió en Reynosa, donde el delegado en esa localidad, Inocencio Almazán Monroy, fue despedido acusado de extorsionar a los migrantes, exigiéndoles a sus familiares hasta 3,500 dólares para liberarlos.
Actualmente, en la frontera de Tamaulipas se vive una crisis migratoria sin precedentes, ya que en las carreteras y ciudades fronterizas se han asegurado a mas de dos mil migrantes centroamericanos, lo que duplica la cifra registrada en los últimos dos años.
Otro de los problemas que se viven en la entidad es el incremento de las deportaciones de mexicanos en los puntos fronterizos de la entidad por parte de autoridades migratorias de los Estados Unidos, donde son mas 800 casos los registrados.
En la información emitida por INM se exhibe que hasta el mes de abril de este año no se habían nombrado o contratado nuevo elementos para cubrir los espacios vacantes en el estado de Tamaulipas.