Para las madres que buscan a sus hijos en la enorme cifra de más de 5 mil 30 desapariciones registradas en Tamaulipas durante los últimos años, el festejo del 10 de Mayo, Día de la Madre, no tiene ningún significado.
Por el contrario es un día triste, es un día de mucho dolor, “que al paso del tiempo se va convirtiendo en un grito de desesperación porque queremos saber donde están”, dijo Ruth Gumersindo Cirilo.
Ella como muchas otras están dentro de los grupos colectivos de víctimas de desaparecidos, la mujer procedente de Altamira, recuerda que su hijo desapareció un 5 de febrero de 2018, festejaba su cumpleaños y salió de casa a realizar una recarga a su celular.
Con lágrimas en los ojos recuerda que desde ese día ya no lo volvió a ver, aunque presentó la denuncia, “Hasta ahora no sabemos nada”, la gente de la Comisión de Víctimas es nueva y tiene que estar proporcionando información de lo que ella de manera personal investiga para que las autoridades vayan integrando la ficha de búsqueda.
“Desde que se lo llevaron, mi corazón llora, no estoy completa, es el pedacito de vida que nos falta, sin el no tengo vida”, hoy su hijo debe tener 24 años, lo califica de buen hijo, no se lo llevaron por andar de noche en un antro, desapareció en media hora, salió a las 4:30 pm de su casa y a las 5:00 pm ya no contestó su teléfono.
Por su parte Martina Zavala, madre de Ricardo Guadalupe Méndez Zavala, dice que desde hace un año busca a su hijo… reconoce que este 10 de mayo es el peor que ha pasado en su vida.
“No se lo deseo a nadie”, recuerda que fue el 10 de mayo del año pasado que salió a visitar a su mamá junto con su hijo para que saludara a su abuela, al terminar la reunión él se fue por su lado y desde ese momento no supo ya nada de él.
“El hacía trabajaos eventuales, era bueno, por falta de estudios trabajaba en lo que encontraba, pero los hijos sean buenos o sean malos tienen el mismo derecho de ser encontrados”.
Las autoridades en su caso, no hacen nada, por eso es mayor su desesperación, de no saber qué pasó, en donde está su hijo, porque debe estar en algún lado y lo quiere de regreso.
El caso de Martha Montelongo Zapata data desde hace seis años, un 11 de mayo, su hija, Rocío Lizbeth Medina Montelongo desapareció; ella salió de casa para ir a la escuela el ITACE, “tenía 18 años ahora debe tener 24”.
El dolor, la desesperación, la incertidumbre de saber en dónde está su hija es un golpe de maso que siente en su cuerpo cada vez que puede información sobre su caso y no hay respuesta.
La comisión de atención a víctimas les ofrece apoyo sicológico, de traslados cuando se requiere, sin embargo como su caso ocurrió en Victoria, ella solo pide apoyo para que la búsqueda tenga resultados.
Muchas veces por ignorancia, de no saber que tiene que hacer, las autoridades no las atienden, “por eso quiero respuestas, estoy desesperada” , dice, porque a pesar de que ya han pasado varios años desde que su hija no está, lo último que pierde es la esperanza de volver a verla.
María del Pilar Arenas Navarro, mujer que vino desde Tampico a la marcha por los desaparecidos realizada el fin de semana en esta capital, mueren en vida cuando un hijo desaparece de la nada.
Eréndira García Barrón, perdió a su hija el 21 de marzo de 2017, su hija de 42 vendía ropa zapatos y otros productos, ese día salió de casa a realizar una entrega y no regresó.
“Esto es un calvario, yo no sé dónde está, es algo muy doloroso también por sus hijos”, en su llanto reclama a las autoridades agilizar los procesos de búsqueda, si tienen tantos expedientes y cuerpos de desaparecidos “deben identificarlos plenamente para ver si entre alguno de estos hay familiares de nosotros”.
El cuerpo de una mujer fuerte, alta, con dos nietos a cada lado, pero con una mirada frágil, con lágrimas en sus ojos es el de María Silvia Méndez, una mujer procedente de San Carlos.
Su hijo en aquel entonces policía del municipio, desapareció el 3 de agosto de hace siete años.,“Quiero justicia, quiero que lo regresen”.
El clamor es generalizado, las madres que lloran por la ausencia de sus hijos en una fecha tan significativa como el 10 de mayo, una fecha que dejó de ser festiva y se convirtió en una de dolor y desolación.
LAS CIFRAS
Según los datos que ha proporcionado la autoridad estatal, en Tamaulipas el número de personas desaparecidas es superior a los 5 mil 300, ese es el resultado que arroja el registro estatal de víctimas.
Gloria Elena Garza Jiménez Subsecretaria de Legalidad y Servicios Gubernamentales, ha informado que la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, se encarga de atender a las familias de personas desaparecidas o no localizadas en el estado.
Dicho órgano podrá contar con la participación de los familiares para seguimiento a las investigaciones que se lleven a cabo.
El presupuesto para la atención a víctimas es de 26 millones de pesos, sin embargo en 2018 se alcanzó una cifra de 100 millones de pesos al sumar las acciones diversas como becas, atención médica y otras.