CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A más dos años de su reubicación a diferentes puntos de la ciudad, mas del 70 por ciento de vendedores que que antes se ubicaban en el estadio han dejado la actividad.
Atestiguan que la pasada administración no cumplió lo que les prometió, instalarlos en espacios como alumbrado y baños, pero sobre todo, la mayoría quebró por las bajas ventas.
Fue el 12 de enero de 2017 cuando alrededor de 60 vendedores que se ubicaban en explanada de la Unidad Deportiva Adolfo Ruíz Cortínez se les obligó a dejar el espacio de venta que por más de 40 años habían acreditado para la venta de alimentos y recreación.
La medida se justificó, porque la constructora y autoridades dijeron que era peligroso para ellos seguir en ese lugar, en el desarrollo de la construcción y remodelación de la unidad Deportiva Adolfo Ruiz Cortínez; por ello, se les ofreció un lugar en otros puntos de la ciudad, los cuales contarían con iluminación y libertad para trabajar.
Con esa oferta más de 20 vendedores de lonches y hogs dog y otros comerciantes dedicados a diferentes giros como; antojitos mexicanos, eloteros, raspas, juegos mecánicos, renta de carritos de pila fueron movidos a tres diferentes partes de Victoria.
Esta acción solo logró revivir lugares que estaban abandonados y penumbras, dónde había música, comida, ventas de productos y familias , lo cual sólo duró los primeros dos meses.
En ese entonces, en la administración de Oscar Almaraz, el municipio les prometió rehabilitar las plazas del 9 Abasolo y 22 Hidalgo con iluminación para puestos, además de baños públicos para quienes fueran a comprar y subirse a diferentes juegos mecánicos.
Pero la administración no cumplió y los vendedores que anteriormente ganaban hasta mil pesos por noche, ahora estaban en plazas sin iluminación o baños y a dura penas vendían cerca de 200 pesos.
Por ello al paso de los meses fueron varios los que abandonaron el giro y se dedicaron a otras actividades comovender en los tianguis o entrar a la maquiladora, otros prefirieron regresar a los alrededores del estadio; pero sólo a 6 les va bien en las nuevas plazas.
Las historias
Los Arredondo Castillo es una familia con más de 40 años de tradición en vender elotes fueron los que trataron de sobrevivir con una nueva ubicación en la plaza del 22 Hidalgo, mientras que otros probaron en el 19 Aldama donde solo en éste lugar continuaron con la venta.
Israel quien quedó al frente del negocio, platica que desde los 5 años se instalaba frente al patinadero, ya que su padre vendía elotes desde hace 41 años.
De este puesto, mantuvo durante décadas a la familia . Ahí vendía día y noche sin importar el clima, dijo.
“Este negocio lo empezó mi padre hace 41 años, el me saco adelante con este negocio y a través de la familia he seguido trabajando, ahora ya no puede trabajar y yo vengo aquí a encargarme”.
“El plan de mi papá era el irse a la plaza del 22 a vender y yo aquí en el 19, pero él sufrió un infarto y tuve que quedarme solo al frente al negocio, y ya no nos pusimos en la plaza”
Manuel Contreras “Don Elote” platica que luego de moverse del estadio a la plaza del 9 Abasolo fue difícil.
“No había alumbrado y muy poca venta, lo cual provocó que poco a poco fueran menos los vendedores que acudian al punto, por lo que sólo quedo yo, una señora que vende gorditas y unos brincolines”.
“No me puedo quejar,, dijo, aquí seguimos, pero muchos de los vendedores del estadio les fue mal y se dedicaron a otra cosa, a la única que le fue bien fue a mi vecina quien tiene un espacio mayor para que sus cliente se estacionen”.
Otro comerciante que también lucha por seguir en el oficio es Fernando Gámez quien platica que me ha ido mejor que en el estadio; pero a los demás vendedores que se fueron a la plaza del 22 , les fue mal al extremo que solo quedo yo y los juegos Calderón.