6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

¿Por qué quiero ser diputado?

El pasado fin de semana los centros turísticos de Llera fueron mucho muy visitados, principalmente La Peñita, misma que se ha convertido en el lugar favorito del centro de Tamaulipas, sin olvidar la gran cantidad de paseos con que cuenta el primer municipio que fundara mi compadre José de Escandón y Helguera, razón por la cual insistimos para que se establezca al menos los sábados y domingos el servicio urbano de autobuses o carros de ruta a este lugar, pues cada vez es más la gente que escoge este sitio para bañarse e incluso cocinar los alimentos en el buen número de hornos que ahí se encuentran, pues caray, observamos cómo familias completas desde temprana hora y con el propósito de escoger los principales espacios llegan hasta este lugar en busca de un alegre descanso familiar.
Por lo tanto si el amable lector que nos lee no ha tenido oportunidad de hacerlo, pues es tiempo para que lo piense y por acá el pueblo de mis mayores y cuerpos de seguridad los recibirá con los brazos abiertos y servirles como bien se merecen, en la inteligencia de que no se van a arrepentir de habernos visitado.
Insistimos en base a lo anterior en que independientemente de los formidables bailes populares que se realizan frente a la Presidencia municipal hace falta darle vida al hermoso kiosco que se localiza en el centro de la misma y la mejor manera para hacerlo es instalando en la parte superior una refresquería con servicio de té y café, pues son bebidas que alegran el paladar.
A propósito, también sugerimos una arregladita al techo del mismo, pues algunas losetas se están desprendiendo y cuando se anime a visitar el pueblo de mis mayores no se olvide de darse una vuelta por la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, cuya construcción se principió a levantar en los inicios de la fundación de Llera, como podrá comprobarlo al leer la fecha inscrita al ingresar al templo.
Otras construcciones que datan de aquellos años son dos viejas casas que aún conservan el estilo de ese tiempo.
Lo que nos hace revirar nuestra atención a otras residencias que fueron construidas con ladrillos y pesos enormes como la casa donde vivió don José Escandón y Helguera allá por el rumbo del Valle de Guadalupe, que por cierto se encuentra a escasos metros del río donde también se bañaba y se aventaba sus clavados desde los sabinos.
En fin, usted véngase a disfrutar de sus fines de semana a este lugar con la seguridad de que no se va a arrepentir.
A propósito, no sería nada malo que el Ayuntamiento, la Casa de la Cultura
u otra institución relacionadas con el arte histórico se diera a la tarea de publicar folletos y textos sobre el nacimiento, desarrollo y crecimiento del pueblo donde nació Tamaulipas.
El siguiente comentario, gracioso por cierto, fue escrito por el excelente amigo, orador y de muy amplia cultura profesor Darío Martínez Osuna y dice así: Manuel José Othón.
Los padres de este insigne poeta potosino, le dejaron treinta mil pesos más los estudios de abogado, herencia que con esa preparación podría aumentar.
Manuel José Othón de pronto se sintió enfermo, circunstancia que le obligó a visitar un doctor, quien afirmó que tenía tuberculosis y le quedaban de vida solo tres años.
Preocupado por ese diagnóstico fue a ver otro doctor que tenía fama de sabio, el cual le dijo que padecía hipercardiotrofía e insuficiencia mitral, y también que solo viviría tres años más.
Angustiado por el patrimonio heredado, hizo cálculos de cómo gastar sus treinta mil pesos, sacando cuentas de 834 pesos mensuales.
Después de una vida de placeres, paseos, vino y mucha diversión, se cumplieron los tres años y no se murió, pero ya no tenía dinero, fue entonces que pidió una audiencia con el Gobernador de su Estado, planteándole la necesidad de trabajar como diputado.
El gobernador le preguntó por qué quería ser diputado, contestando esta gloria de las letras mexicanas.
Es que dicen que los diputados ganan mucho y no hacen nada.

HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.

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