Los acuerdos a los que se llegó con el gobierno de Estados Unidos para que México se convierta en la “sala de espera” para los migrantes solicitantes de asilo generarán problemas para los estados y municipios fronterizos advierte la iniciativa privada, mientras que en la amenaza que persiste para la imposición de aranceles a los productos mexicanos provoca incertidumbre en la industria.
Y es que aunque se llegaron a acuerdos con el gobierno mexicano los gravámenes “están suspendidos de forma indefinida”.
Según Rolando González Barrón, expresidente de Index Matamoros la posibilidad de que más adelante se apliquen aranceles a los productos que exporta nuestro país a los Estados Unidos no permite hacer planeaciones.
Mientras que los primeros efectos que se vieron ante la amenaza del presidente Donald Trump tienen que ver con la cotización del dólar que paso de los “bajos 19 a los altos 20”, según explica el presidente de Canacintra Matamoros, Rogelio García Treviño.
Los acuerdos establecen que quienes crucen a Estados Unidos para pedir asilo, serán retornados “sin demora” a México, lo que significa que el gobierno federal sacrificó a la frontera, señaló Cristhian Pérez Cossio, secretario técnico de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas.
Destacó que con este acuerdo el gobierno mexicano hizo que un problema de asistencia a ilegales que no puede atender el país más rico del mundo ahora sea un problema de México.
“La intención de que quienes buscan asilo en Estados Unidos esperen la resolución de sus solicitudes en México reciban servicios de salud y educación, además de opciones de trabajo es aberrante pues ni los propios mexicanos no alcanzan esas garantías a plenitud”, precisó.
Viven incertidumbre
Rolando González Barrón, expresidente de la Asociación de Maquiladoras explicó que aunque en esta ocasión hubo un acuerdo, la preocupación por la posibilidad constante de aplicación de aranceles es real, pues esta acción dejaría a la parte norte del continente fuera de competencia.
“Realmente es preocupante porque esta situación no nos permite hacer planes a futuro provocando incertidumbre, pues los costos nos sacan de competencia con el resto del mundo, lo que incluso están viendo los estadounidenses que se oponen a este tipo de medidas”, puntualizo.
Comento que en caso de que se aplicaran aranceles a los productos mexicanos se volverán mas caros, lo que provocaría afectaciones a estados como Texas, California e Illinois.
Destacó que con aranceles del 5 por ciento la industria de exportación podría seguir trabajando, pero si se incrementa arriba del 10 por ciento podrían empezar a buscar otras opciones.
Sobre el tema de migración que generó estas amenazas González Barrón expreso que México realmente no estaba haciendo absolutamente nada por lo que sobre todo los fronterizos han padecido problemas en los últimos meses.
“Estamos sufriendo las consecuencias de tantísima gente que está viniendo y no es posible que los podamos absorber en la economía, eso nos va a crear un problema mucho más grande no porque Estados Unidos nos esté poniendo los aranceles es por una justicia de que ya realmente necesitamos ponerle un freno a la migración por el beneficio de la seguridad, de la economía de todas las cosas que realmente nos van a afectar a nosotros aquí en México”, concluyó.
Conflicto no favorece
El presidente de la Canacintra Matamoros, Rogelio García Treviño refirió que los primeros efectos de la amenaza del presidente Donald Trump de aplicar aranceles se vieron en el tipo de cambio, pues de 19 pesos se empezó a cotizar en los 20 pesos.
“A la industria de exportación le favorece, pero al comercio, los bienes de consumo pues si nos afecta mucho, con esto obviamente pues se vienen panoramas de incertidumbre nuevamente, pues justo se acababa de eliminar el arancel al acero y al aluminio que habían afectado a nuestra región que le suministra ese tipo de materiales a la industria automotriz”, explico.
Señaló que la mezcla de dos conceptos, por un lado la cuestión migratoria y por otra cosa la cuestión económica, no les favorece ni a las industrias estadounidenses, “imagínense un mes con una tasa impositiva y al mes se duplica y el otro mes se duplica, lo que favorece un panorama de incertidumbre”.
Advirtió que al tener la amenaza de un gravamen a los productos mexicanos el tipo de cambio se va a ir para arriba y con eso los insumos de la industria local se incrementaran por lo que los consumidores serán los afectados
“Aquí los únicos que ganan son los gobiernos y eso no detona el crecimiento”, añadió.