Los panistas están seguros que Gerardo Peña formará parte de la legislatura que viene, han hecho sus cálculos matemáticos y el resultado les da que el ex titular de SEBIEN va a estar y tan seguros lo dicen que dan por descartado que será incluso el líder de ese poder.
Así es mis queridos boes, Gerardo Peña es posiblemente el panista más cercano al Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, lo ven adentro, se ve desde fuera, tanto que desde el arranque de la administración se le ha mencionado como el ‘delfín’ para la sucesión del 2022.
Por estos días en que las apuestas en los comederos políticos, sobre todo en los de la capital
Ciudad Victoria, estaban en que si entra o no entra, que por el tema de la sobre representación, que si por el tema de la equidad de género, obviamente no podía desprenderse su llegada o no al Poder Legislativo, sin hablar de la sucesión.
Que si no entra se le cayó la posibilidad de competir en el 2022, que si mala suerte, que si se dejaron ganar uno en Matamoros para que Peña entrara.
El caso es que hoy, el amigo del gobernador vuelve a subirse o lo vuelven a subir al tema de la sucesión, porque cuando uno habla con los miembros del gabinete, con panistas de todos los niveles ven que Peña es el perfilado para intentar buscar la silla que dejará Cabeza de Vaca en el 2022.
Yo lo que siempre he dicho es que los escenarios políticos cambian drásticamente de la noche a la mañana, por lo que asegurar hoy lo que va a ocurrir en tres años es bastante aventurado.
Eso si, si hoy fuera necesario la elección del candidato azul nadie dudaría que el que llevaría mano sería Peña.
Por cierto Peña es un tipo sereno, extremadamente caballeroso, educado y sin aspavientos, diría hasta algo callado para un político de su nivel. Quienes le han tratado más allá del quehacer público, le reconocen como una buena persona.
En teoría podría decirse que cumple con los atributos para ser candidateado dentro de tres años por el PAN, pero siendo bien honestos y diciendo las cosas como son, no basta con la descripción que he hecho del eventual líder del Congreso y prospecto para la sucesión en el PAN.
Creo que para ir por una gubernatura, si se necesita todo lo que tiene Gerardo Peña, pero también se necesita construir esa candidatura de la que hablamos.
Hace falta incluso a veces ser arriesgado, prepararse para el debate, alzar la voz cuando sea necesario e ir amarrando alianzas con todos los sectores, personajes, partidos y grupos de poder que sea posible.
Amarrar estructuras a lo largo y ancho de Tamaulipas, de Nuevo Laredo a Tampico, de Tula a Matamoros, de eso puede dar cuenta el gobernador Cabeza de Vaca.
¿Hay tiempo?, lo hay, porque faltan tres años, porque hoy el PAN es gobierno y eso le permitiría a quien sea el delfín porque lejos de encontrar piedras en el camino, hallaría puertas abiertas y por lo menos auditorios que le escucharían.
Hay tiempo y la presidencia del Congreso local siempre es una buena plataforma que le permitirá a cualquiera convertirse en una figura estatal, ser invitado a decenas de eventos cívicos, políticos, aniversarios, inauguraciones y demás, lo que le permitiría una exposición suficiente para construir esa imagen que debe tener el que vaya a ser candidato en el 2022.
Claro que también hace falta hacer buen trabajo en el Congreso local, porque el éxito no viene por añadidura con un nombramiento, porque también se pueden hacer mal las cosas y echar a la basura cualquier oportunidad.
Sea lo que fuere, Gerardo Peña primero va a tener que llegar al Congreso, luego repito hacer un buen trabajo y construir una candidatura sobre la posibilidad de hacerlo y las simpatías de la que goza con el ‘gran elector azul’.
¿Y si Peña no llega?, ¿quién sería el líder o al líder del Congreso?, ¿sería la cancelación de las aspiraciones de Peña para la gubernatura?.
No tengo todas las respuestas, porque creo que primero tenemos que esperar a que entre la próxima legislatura, ver los que están, esperar a que Peña rinda protesta, sea designado líder de ese poder o ver dónde queda si es que sus malquerientes en MORENA, PRI y uno que otro envidioso en el PAN logran que se quede fuera.
Hace unos días platiqué con Arturo Soto, ex subsecretario de ingresos y diputado local electo, me decía seguro que Peña va, que Peña será líder y que hará muy bien las cosas.
Sobre Soto se ha manejado que puede regresarse al aparato estatal, lo que a mí me dijo es que desea estar en el Congreso y que espera estar ahí en la Comisión de Hacienda, su fuerte y donde pudiera dar mejores resultados. Habrá que ver, como en el caso de Peña, que se repartan las comisiones, yo diría que Soto es el candidato natural a liderar la de Hacienda.