Con mucha pasión y amor por el fútbol, es como entrenan los alumnos de la Escuela Pitufos de Hever, en el campo de la Secundaria General Tres, pues les ha costado, cada uno de los conos, balones y material deportivo con el que cuentan.
Después de entrenar en la calle, con una patas de una mesa, ahora pueden presumir que han participado en torneos Estatales y Nacionales, después de más de más de seis años de trabajos, de su fundador Jorge López.
“Ha valido la pena”, una de las frases que comenta, Jorge, quien también funge como entrenador de esta institución, además de Ulises López, Eduardo Sandoval, y Eden Martínez.
Aunque al final, cada uno de los integrantes de esta escuela, tanto padres de familia, jugadores y entrenadores, “son parte de la aldea de los pitufos”, comenta Jorge López.
Los trabajos seguirán por mucho tiempo, los jugadores buscarán el sueño de ser profesionales, algo que no se ha dado para esta escuela, aunque se han quedado cerca de ello, pero ese es el objetivo que los entrenadores tienen en mente.
Su inicio
Todo comenzó como un pasatiempo para Jorge López, quien llegaba de trabajar, y era seguido por cinco niños, quienes lo convencieron de que los entrenara y aceptó.
“La idea de como se creo esto, fue algo de barrio, algo chusco, tenía mi trabajo en una universidad privada aquí en Victoria, y yo trabajaba con un grupito de cinco niños, que me esperaban a que yo llegara, y así empezó fuera de la casa”
A pesar de no tener material, no fue impedimento para que Jorge, se las “ingeniara”, y contaba con una mesa armable, la cual utilizó para entrenar a los niños, además de un balón.
“No tenía material deportivo le quitaba unas patas a una mesa que tenía, para que sirvieran como obstáculos, y con ellos trabajaban con muchos ejercicios, hacíamos cascaritas, entre otros trabajos”, comentó.
Entre risas y una mirada recordatoria, Jorge, señaló, “así comenzó esto, cuando menos lo esperaba ya no éramos cinco, éramos diez y así comenzamos”.
Renunció a un trabajo por el fútbol
Jorge López, encontró su verdadera profesión con entrenador de niños y jóvenes, y decidió renunciar a su trabajo, para dedicarse al cien por ciento a su escuela.
“El fútbol siempre ha sido mi pasión, somos una familia futbolera, y te voy ha hacer sincero, renuncie a mi trabajo, para dedicarme de lleno a esto, porque es algo que siempre me ha gustado”.
Expresó que tenía que hacer eso para hacer las cosas bien, “los que saben de esto, es que no solo vas al partido dos horas, hay un trabajo detrás, un trabajo de entrenamientos, esto es muy absorbente, pero si te gusta no lo vez como trabajo”.
Se enseñaron con goleadas
A pesar de tener algunos meses entrenando, fue hasta el 2013 cuando iniciaron oficialmente su entrenamientos, en el CEDIF Uno, hasta instalarse en la Secundaria General Tres.
Pero no todo fue fácil para Pitufos, el primer torneo en el que participaron fue la Copa UAT, y los equipos ya trabajado, tenían un nivel muy por encima de este equipo.
“Desde el 2013, fueron nuestros primeros entrenamientos, cuando ya lo habíamos registrado en Copa UAT, realmente no fuimos un equipo competitivo, los primeros partidos eran puras goleadas”, señaló.
A pesar de eso, hoy en día, es un equipo competitivo con los trabajos de muchos años, por lo que agradece a los padres de cada uno de los niños, por mantenerse en la institución.
“Estoy agradecido con los papás de cada uno de los niños, por fomentar el deporte, los que estaban primero saben lo que hemos logrado, nos enfocamos en solo eso, y hemos logrado mucho”, apuntó.
Esfuerzo que vale la pena
Después de arduos trabajos, han obtenidos buenos resultados para los jugadores de este plantel, pues han sido llamados para hacer visorías en equipos de la Liga MX, y de formar parte de equipos para participar en torneos importantes, algo que resulta muy grato para Jorge López.
“El crecimiento de los niños, ver como progresan es lo bonito, me piden jugadores, buscan reforzarse con nosotros, es lo bueno, los campeonatos que hemos tenido, y eso significa que estamos trabajando bien”.
Además, Chivas observó a varios jugadores de esta institución, pero al final por falta de dinero, no pudieron asistir a Guadalajara para realizar los filtros correspondientes.
“Es de las cosas tristes, por ahí en un momento, vieron a tres niños de aquí, y pues era de los niños de bajos recursos, pero no juntamos el dinero para asistir a la visorías”, dijo.
Metas a largo plazo
Jorge López sabe que la principal visión de este equipo es hacer que los niños sean buenas personas, además de la integración social, fue del deporte.
“Les digo que esto es para que lo vengan a disfrutarse, esto ayuda en muchos aspectos, teníamos muchos niños que eran muy cohibidos, en todos los aspectos te ayuda, sobretodo en la socialización”.
Sin dar nombres, el fundador de la Escuela Pitufos Hever, señaló que han rescatado a varios jóvenes de las drogas, y eso es algo que también pone feliz.
“En las categorías más grande tengo jovencitos que a su corta edad, consumían drogas, y ahora ya que están de lleno al deporte, eso es lo más grato para mi, y ya no están así como antes”.
La escuelita, seguirá entrenando de lunes a jueves a las 18:00 horas, en busca de que cada uno de los jugadores que conforman este equipo, lleguen a ser jugadores profesionales.
“Las metas que tengo, me gustaría el día de mañana un jugador de aquí, integre un club profesional, muchos de aquí piensan en grande y eso sería una satisfacción muy grande”, finalizó.
REACCIONES
“No tenía material deportivo le quitaba unas patas a una mesa que tenía, para que sirvieran como obstáculos, y con ellos trabajaban con muchos ejercicios, hacíamos cascaritas, entre otros trabajos”
“Desde el 2013, fueron nuestros primeros entrenamientos, cuando ya lo habíamos registrado en Copa UAT, realmente no éramos un equipo competitivo, los primeros partidos eran puras goleadas”,
“En las categorías más grande tengo jovencitos que a su corta edad, consumían drogas, y ahora ya que están de lleno al deporte, eso es lo más grato para mi, y ya no están así como antes”
JORGE LÓPEZ
FUNDADOR DE PITUFOS DE HEVER