La escasa afluencia de votantes durante la jornada electoral del pasado 2 de junio exhibió en toda su dimensión otro de los grandes mitos del sistema político tamaulipeco: los operadores territoriales.
A dos semanas de la elección, en las oficinas encargadas de la revisión a detalle de lo que sucedió en las urnas, una de las primeras conclusiones es la falta de efectividad de una gran cantidad de los mentados ‘operadores’ políticos.
Especialistas en crear historias en que son capaces de mover a miles y miles de personas a las urnas, estos ‘operadores’ viven del mito, del cuento, de la invención narrada en cada proceso electoral.
En su gran mayoría, estos ‘operadores’ provienen del viejo sistema político que confeccionó el Partido Revolucionario Institucional, pero ahora ‘prestan’ sus servicios al PAN o a Morena, partidos que tienen en su poder el gobierno estatal y el federal, respectivamente, en sus manos.
Algunos, los menos, se quedaron en el priismo y, por tanto, se comportaron como siempre: vendieron ilusiones, fantasías.
Los ‘operadores’ que se la jugaron con Acción Nacional ahora dicen por aquí y por allá que ellos fueron los artífices del triunfo, los estrategas de la victoria, los hombres que prácticamente diseñaron el ‘carro completo’.
Un ex alcalde de la zona sur, por ejemplo, asegura a quien lo quiera escuchar que él, junto con ‘su equipo’ (en el que destaca un singular personaje que ‘tira rollo’ a diestra y siniestra), movieron a más de 4 mil personas a favor de un candidato panista a diputado local y, por supuesto, lo hicieron ganar (ja, ja, ja, ja, ja, ja).
A pesar de los cambios registrados en los últimos años en el sistema político mexicano y tamaulipeco, los ‘operadores’ se aferran al presupuesto y venden, como sucedió en los arcaicos gobiernos del tricolor, el mismo guión: son capaces, con un simple ‘tronar de dedos’, de movilizar a miles y miles de ciudadanos, decenas de miles en ocasiones, para que voten por un partido o por un candidato.
La realidad es que a lo largo de los años de la transición democrática esos ‘operadores’ construyeron un mito, un mito que quedó al desnudo en la elección por la renovación del Congreso del Estado.
LLEGA SANDRA MUÑOZ A CULTURA
En la ruta de cumplir sus primeros nueve meses, la administración municipal de Tampico que preside Jesús Nader Nasrallah continúa con los ajustes en su gabinete para alcanzar metas trazadas.
Tras la salida de Alejandrina Sánchez López de la Secretaría de Ecología del Ayuntamiento porteño revelada la semana pasada, ahora se notificará un relevo en el área de Cultura.
De esa manera, Martha Izaguirre dejará el cargo y entrará en su lugar Sandra Edith Muñoz Cruz.
Sandra Muñoz es licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cuenta con un postgrado en Políticas Culturales y Gestión Cultural.
Además, es conocida en el ambiente cultural de la localidad por ser la directora de la Compañía de Teatro del Espacio Cultural Metropolitano (Metro).
El relevo en el área de las políticas culturales llegará con una modificación en la estructura gubernamental, ya que Cultura dejará de ser Secretaría para convertirse en Dirección, la que estará subordinada, muy probablemente, a la Secretaría de Educación.
Con estos cambios, la administración de Jesús Nader Nasrallah busca que todas las áreas se encuentren en sintonía con la instrucción definida desde el arranque: Tampico debe brillar en todos los sentidos.
SOTELO QUIERE PRESIDIR MORENA
Quien levanta la mano para ser presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tamaulipas es el tampiqueño Miguel Sotelo.
Abogado de filiación de izquierda progresista, amigo del empresario Adolfo Hellmund, lopezobradorista desde 2006, Miguel Sotelo desea ocupar la presidencia estatal de Morena para emprender una serie de tareas urgentes para construir el partido en tierras tamaulipecas.
Por supuesto, primero habrá que ver la convocatoria y las reglas que establezca, así como los tiempos para el registro de aspirantes al cargo que hoy detenta el profesor Enrique Torres Mendoza.