ESTADOS UNIDOS.- La dieta mediterránea cuenta con miles de adeptos -e incluso es considerada en la actualidad como la mejor del mundo- por los múltiples beneficios que aporta a la salud: se trata de un estilo de alimentación equilibrado y sumamente completo, que contribuye a controlar el peso, previene la depresión, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, reduce la diabetes, protege las funciones cognitivas o fortalece los huesos.
Entre sus ingredientes destacados sobresalen las legumbres, frutas, verduras frescas y de temporada, aceite de oliva, cereales integrales, huevos o pescado, mientras que los lácteos y las carnes magras ocupan una posición reducida y los dulces y la carne roja se relegan a ocasiones muy puntuales. Pues bien, ahora una nueva investigación muestra cómo un ingrediente estrella, el aceite de oliva virgen extra, puede potenciar los efectos saludables de las hortalizas. En concreto, el ajo, la cebolla y el tomate.
El trabajo, liderado por Rosa M.ª Lamuela y realizado por un equipo de investigadores de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona (UB), del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), ha demostrado que cocinar las hortalizas del sofrito con aceite de oliva virgen favorece la absorción y la liberación de los compuestos bioactivos de sus ingredientes tradicionales (ajo, cebolla y tomate).
La dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de fitoquímicos procedentes de hortalizas (verduras), frutas y legumbres, se ha correlacionado con mejoras en la salud cardiovascular y metabólica. El vínculo se ampara en los resultados del estudio PREDIMED, un ensayo clínico multicéntrico llevado a cabo de 2003 a 2011 con más de 7.000 personas y en el que también participó Lamuela.
El objetivo fue evaluar el efecto del aceite de oliva virgen extra en los compuestos bioactivos del tomate, la cebolla y el ajo, ingredientes utilizados para hacer sofrito, una de las técnicas culinarias más importantes de nuestra dieta. El sofrito contiene, según muestra la investigación, 40 compuestos fenólicos diferentes y un alto contenido de carotenoides, y su consumo se asocia con una mejora de los parámetros de riesgo cardiovascular y de la sensibilidad a la insulina.
“Cocinar las hortalizas con aceite de oliva virgen favorece que los compuestos bioactivos, como los carotenoides y los polifenoles que están presentes en las hortalizas y verduras del sofrito, se desplacen hacia el aceite de oliva, lo que facilita la absorción y la bioactividad de dichos compuestos”, reveló Lamuela, directora del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB).
El aceite de oliva también incrementa el potencial antioxidante
Una nueva característica del aceite de oliva también ha salido a la luz a raíz del estudio. Hasta el momento, se había descrito que este tipo de aceite y la cebolla tienen la capacidad de producir isómeros —moléculas con la misma fórmula molecular pero con distintas propiedades— de los carotenoides, variantes que son más biodisponibles y presentan mayor capacidad antioxidante. El estudio aclara el papel esencial que el aceite juega no solamente en los carotenoides, sino también en los polifenoles, que pasan de las verduras y hortalizas al aceite.
Estudios anteriores de este grupo habían comprobado que el aceite incrementa el efecto antiinflamatorio de la salsa de tomate. “Este incremento puede deberse a la migración de los compuestos bioactivos (carotenoides y polifenoles) del tomate hacia el aceite durante el proceso de cocción, lo que favorece la absorción de dichos compuestos”, concluía José Fernando Rinaldi de Alvarenga, miembro del INSA-UB y primer autor del trabajo.
Cabe recordar que el aceite de oliva disminuye el colesterol en sangre, mejora la salud del corazón, favorece las digestiones combatiendo el estreñimiento, tiene efectos positivos para los huesos, activa el metabolismo, aumenta la esperanza de vida debido a la presencia de antioxidantes, tiene propiedades antiinflamatorias y reduce el riesgo de padecer cáncer.
Con información de ticbeat