En cinco días se cumplirá un año del triunfo de Andrés Manuel López Obrador que le convirtió en Presidente de la República, pero esa es historia de otra columna, porque también se cumplirá un año de que fueron electos 43 alcaldes en funciones de Tamaulipas y es sobre ellos, sobre los que me gustaría que hiciéramos todos una evaluación personal.
Así es mis queridos boes, este 1 de julio cumplirán un año de haber ‘ganado’ los que hoy cobran como presidentes municipales, bien valdría la pena que en una introspección reflexionemos algunas cosas como: ¿además de cobrar como alcalde (el de cada quien) funciona como alcalde?.
Y es que no hay uno, o una, de los que están sentados en las sillas originales de sus palacios que no haya prometido: mejorar los servicios públicos, embellecer la ciudad, terminar con la falta de agua (porque por todos lados se sufre ese problema), iluminar calles y jardines, terminar con la epidemia de baches, multiplicar las becas, que el camión recolector de la basura pasaría como relojito a la hora u día indicado, acabar con aviadores, meter en cintura a los tránsitos.
Poner dispensarios médicos, convertir en plazas o centros deportivos las áreas verdes enmontadas, tener siempre abierta la puerta de la oficina para cuando ese al que le pidió el voto tuviera que hacer una petición, acabar con gastos innecesarios, apoyar a madres solteras y generar condiciones para la generación de empleos, por lo pronto eso es lo que recuerdo.
Ahora si ¿cómo va su alcalde, su alcaldesa?, ¿cómo ve la ciudad en sus trayectos en el transporte público o en su auto?, ¿acabaron los montones de basura en las esquinas?, ¿su carro se desliza sin zangoloteos, porque se fueron los baches?, ¿ya no hay asaltos porque las calles que eran verdaderas bocas de lobo ahora están iluminadas?, ¿se baña diario, le baja sin temor al retrete y lava sin culpa, porque no le falla el agua?
Si contestamos a la mayoría de las respuestas con un solo, entonces nuestro alcalde, su alcaldesa, va por el camino correcto, ojalá que así continúe.
Pero si por el contrario es usted de los ciudadanos tamaulipecos que mienta madres todos los días y las dirige al que le engaño prometiendo lo que no ha cumplido, déjeme decirle que no es el único, porque hay ciudades completas, varias, que no hay semana que no sufran por la falta de agua, hay quienes tienen meses de no recibir líquido en sus grifos y eso les complica todo en su vida cotidiana.
Porque hay municipios en los que cada vez hay más calles a oscuras, parques olvidados, unidades deportivas sin actividad, montones de basura por doquier y entonces las mentadas se dan como en poesía coral.
Porque hay alcaldes que ante las crisis optan por ostracismo, como cuando no hay agua por días, porque saben que enfrentarse al público sin respuestas, sin soluciones les costaría el pago de la factura política que de entrada, en lo cortito significará reclamos, mentadas o incluso agresiones. Y así con el resto de los problemas que apremian a los municipios.
No soy de los que creen que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, porque muchas veces el pueblo confía y ofrece el beneficio de la duda a personajes que llegando al poder enferman de eso mismo y pasan de ser una esperanza a convertirse en la terrible realidad en que su egocentrismo, torpeza y avaricia les convierte.
Si, va a ser un año de que el PAN ganó 31 alcaldías junto con el PRD y MC con los que fue en alianza, le dejó seis al PRI (puras rurales), 5 a la coalición que encabezaba MORENA, entre ellas Madero y Matamoros y una independiente, la de solera.
Es cierto, ya hay reelección de alcaldes, Maki Ortiz, Alma Laura Amparán y Enrique Rivas son de los primeros que lograron la aprobación de sus ciudadanos y repitieron en el cargo gracias a su victoria hace casi un año; el resto de los que están en funciones tiene en el 2021 la posibilidad de que en el 2021 sus partidos los postulen y nosotros los reelijamos.
¿Votarías de nueva cuenta por tu alcalde o como muchos este 1 de julio será el primer aniversario de que te equivocaste de persona?…
Que chiste tiene gobernar: AMLO
Si alguien no entiende por qué andan las cosas en México como andan, tal vez las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador le den una luz.
Así hablo de conducir al país ayer: “No crean que tiene mucha ciencia el gobernar”, dijo, “Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar no es tan apegado a la realidad”.
Es puro sentido común: “La política tiene más que ver con el sentido común, que es el menos común, eso sí, de los sentidos, la política tiene que ver más con el juicio práctico, la política es transformar, es hacer historia, es un oficio noble que permite a la autoridades servir a sus semejantes, servir al prójimo, esa es la verdadera política”.