Será bueno o será malo, sólo el tiempo lo dirá, no lo sé de cierto pero convencida estoy que cada vez que surge un nuevo movimiento feminista algo se avanza, alguna mujer reacciona y sale de un círculo vicioso de acoso, violencia o discriminación, que muchas alcen su voz es útil aunque sea para que una sola atienda y entienda su entorno, y logre liberarse si se siente acompañada y reflejada en una realidad de otras mujeres.
Como región cuatro del #MeToo, pero se agradece porque hace visibles problemas nacionales, surge el #YaEsHoraMx un grito de ya basta de las mujeres de la industria del cine en México, que no pudieron elegir mejor plataforma para lanzar la campaña que la entrega de los premios Ariel a lo más destacado de la cinematografía mexicana, ahí juntas, mujeres empoderadas, directoras, actrices, guionistas, sonidistas, vestuaristas, maquillistas y jala cables del séptimo arte, levantaron el brazo con un paño rojo sangre, para hacer notar lo que en verdad importa.
Aunque el mundo del cine se nos muestra glamuroso o frívolo, a través de este se registran historias que retratan las vivencias de una sociedad y son las mujeres que aquí aparecen, los iconos de actualidad que ayudan a formar a las generaciones que marcan cada época; estamos en una era de cambios radicales para la convivencia social, es tiempo de revalorar el papel de todas las mujeres, las que estudian y las que no alcanzan aun ese derecho, las trabajadoras o las de casa, las madres, esposas, hijas o hermanas, pero no se trata de hacerlas súper dotadas o masculinizadas, sino simplemente respetadas.
La nueva iniciativa, en principio, busca frenar los abusos que no permiten a las mujeres del cine estar en condiciones igualitarias ante los hombres de la misma industria, pretenden detener el acoso del que son objeto y fomentar una camaradería que les permita sobresalir más que los varones.
Sin embargo, nos toca a nosotras nada más porque somos mujeres hacer los reclamos, pero estos deben ser congruentes, fuera de foco quedan expresiones como el de la actriz de Las Niñas Bien, Ilse Salas que exclamó que “las mujeres tenemos muchas historias, queremos mostrar ahora las nuestras, porque Ustedes caballeros ya lo han hecho”.
Pienso que por ahí no va el camino, evocando pleito no vamos a ningún lado, el resentimiento y el rencor no dejan pasar al reconocimiento del problema y al perdón ante tanta injusticia social. El #MeToo se fue apagando porque se utilizó como herramienta para acusar en público y nada más, esta nueva versión debe sostenerse sobre otros cimientos, de colectividad, pensando más en comunidad que en individualidad, fuera ego y orgullo femenino mal entendido.
En Boca Cerrada
Porque parece que es mas importante el triunfo que una gestión de gobernanza, el presidente hará bailongo de celebración el primero de julio, para festejarse el año del triunfo, no presentó informe de seis meses, como lo había adelantado, lo hará a los siete meses para coincidir con el día que arrasó en votaciones, tanto correteó la libre, que de pronto olvida para que era la quería.