TAMPICO, Tamaulipas 27-Jun-2019 .-Elementos federales rescataron ayer a 134 migrantes, entre ellos 71 menores, que se encontraban en la caja de un tráiler abandonado en el norte de Veracruz; sin embargo versiones extraoficiales reportaron que unos 60 lograron escapar de las autoridades.
En un comunicado conjunto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM) detallaron que los migrantes no cuentan con documentación que acredite su estancia legal en México.
El suceso se dio en la carretera 180 Matamoros-Puerto Juárez, a la altura del municipio de Ozuluama, donde efectivos de la Defensa Nacional y de la Policía Federal detectaron el tráiler con las personas, quienes intentaban romper los candados de seguridad desde el interior para salir del vehículo de la empresa Refrigerados y Congelados del Sureste S.A de C.V.
En cuanto se abrieron las puertas del contenedor, decenas de hombres, mujeres y niños se abalanzaron para salir y poner a salvo su vida. Otros trataban de sacar de la caja a varias personas que se encontraban prácticamente desmayadas.
Algunos vecinos auxiliaron a los migrantes llevando proporcionándoles agua y bebidas energizantes. Los voluntarios desbordaron el intento de los elementos de las autoridades de acordonar el lugar.
Alrededor de 20 personas fueron trasladadas por cuadros de deshidratación a hospitales de la localidad y otras decenas fueron atendidas en el punto por personal de la Cruz Roja.
El personal del INM identificó que del total de personas rescatadas, 36 son hombres y 27 mujeres. Trascendió que la mayoría de los indocumentados son originarios de Honduras y que su destino era la frontera de Tamaulipas; al final fueron enviados a la estación migratoria de Acayucan, Veracruz.
La decisión de enviarlos al sur en lugar de a Tampico sorprendió a agentes locales, ya que Acayucan se encuentra lejos de la zona.
El rescate se da luego de que el fin de semana se reportaron al menos nueve muertes de indocumentados en la frontera con Estados Unidos, entre ellos el caso de los salvadoreños Óscar Martínez y su bebé Valeria que murieron ahogados en el río Bravo.