Ocho días después del bailongo que armó con acarreados, lonche y jugó en mano patrocinados por la 4T, Andrés Manuel López Obrador padeció ayer un terremoto que cimbró a su gobierno, sin que puedan aún cuantificarse los daños.
Así es mis queridos boes, parecía un día normal para el presiente: la mañanera, resbalones como de costumbre, descalificaciones al pasado, nada nuevo, ataques a una institución, esta vez fue a la CNDH que porque no tiene calidad moral; la dosis diaria para dividir más al país… lo cotidiano pues.
Y antes del mediodía sonaron las alarmas, Carlos Urzúa posteaba vía Twitter su carta de renuncia y la psicosis comenzó: el peso se cayó, la bolsa retrocedió, los empresarios reaccionaron exigiendo serenidad y explicaciones, la oposición arremetió contra la 4T y exigió investigaciones, la noticia había inundado cada portal, cada página del Facebook y era tendencia en la misma red social por la que nos enteramos.
No era una renuncia cualquiera, se trataba de la del personaje responsable ni más ni menos que de la política hacendaria del país, el de la disciplina fiscal, el de los recortes a los gastos ‘fifis’.
Pero sobre todo, era una renuncia que evidentemente tomaba por sorpresa al país y sobretodo a un López Obrador que minutos antes, fiel a su costumbre de pavoneaba en la mañanera.
Peor aún, los términos en los que se redactó la carta de renuncia, porque más allá del agradecimiento el ahora ex Secretario de Hacienda hizo evidentes denuncias de: influyentismo, corrupción, imposición de personajes sin capacidad en Hacienda y aplicación de programas sin sustento.
“Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta Administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”, dice uno de los párrafos.
“Estoy convencido de que toda la política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones no encontraron eco”
¿Se refiere acaso a la cancelación del NAIM a la terquedad de Santa Lucía, Dos Bocas y el Tren Maya, quizá al retiro de apoyo a guarderías que hoy sabemos AMLO uso de pretexto a miles de niños fantasmas que no pudo nunca demostrar?
“Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual Gobierno con un patente conflicto de interés”, denuncia más adelante la misiva.
¿Se refiere sin nombrarlo por su nombre a que Alfonso Romo impuso en el SAT a su amiga la abogada regia Margarita Ríos Fajiat que le rinde cuentas al empresario y no lo hacía con él ahora ex secretario, ademas también se referirá a que Romo impuso a los directivos de los bancos de desarrollo?
Una hora después, en concordancia con su actuar y hablar lento, AMLO intentaba minimizar el golpe al corazón que acababa de recibir su atribulada y mal llamada Cuarta Transformación, pero terminó por generar más suspicacias al presentar a Arturo Herrera como sustituto.
Y es que el nuevo secretario de Hacienda apareció en el video con AMLO, como si le acabaran de informar que su esposa lo engañaba con su compadre, como si se acabase de enterar de que su madre había muerto o que afuera de Palacio Nacional había un comando armado que iba por él para cortarle la cabeza.
“Como se están llevando a cabo estos cambios, se cimbra, rechina y hay a veces la incomprensión o dudas, titubeos, incluso al interior del mismo Gobierno, del mismo equipo, pero nosotros tenemos que actuar con decisión y con aplomo”, intentaba atajar López Obrador, mientras la imagen de Herrera daba harto material para “memes”
“Como es un cambio, una transformación, a veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”.
Minutos después del desafortunado video del capitán de la 4T, miles de imágenes en las redes ya los habían ridiculizado.
Insisto, no hemos visto aún los daños que provocó el terremoto de ayer, porque de las denuncias que hizo Urzúa ni una sola palabra dijo AMLO.
Pero no fue la única renuncia, porque también en el ‘lunes negro’, dejó el barco Gualberto Ramírez Gutiérrez quien titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro de la SEIDO.
No puedo, ante una 4T con el Presidente ya en niveles de desaprobación superiores o iguales al apoyo, según varias encuestadoras, con la violencia galopando, pronósticos de recesión por todos lados, denuncias de corrupción que solo el de Macuspana no ve y estas renuncias traer a mi mente una escena del Titanic
Si, aquella del primer choque del barco más imponente del mundo, indestructible decían, contra el iceberg y a su capitán dando tumbos frente al timón… el final ya lo conocemos todos, ojalá no nos estuviera pasando lo mismo. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong